La rápida reacción del Cuerpo de Bomberos evitó que las llamas tomaran fuerzas.
El voraz incendio que consumió las instalaciones de Distribuidora Bucaramanga durante la madrugada del pasado jueves, representó un gran reto para los organismos de socorro al momento de sofocar las llamas.
Durante más de cuatro horas, voluntarios del Departamento de Bomberos del Distrito, batalló contra el fuego para lograr controlar la conflagración. A esta ardua labor, se sumaron miembros de la Oficina de Gestión del Riesgo, Policía Nacional, Essmar y Air-e.
Sin embargo, durante la noche del jueves se reactivó el incendio al interior de la misma estructura, producto de la activación de un punto caliente.
Esta situación, requirió la intervención inmediata del Cuerpo de Bomberos, quienes de manera arribaron al lugar para encargarse de liquidar las llamas y enfriar los elementos calientes que ocasionaron este nuevo incidente.
“Puede volver a presentarse algunas conflagraciones en pequeñas proporciones debido al cumulo de material caliente, ya que este funciona como combustible y genera nuevas llamas”, manifestó Jorge Lizarazo, jefe de la Ogricc.
Finalmente, se espera que los elementos calientes y escombros que dejó este lamentable hecho, puedan ser retirados del lugar durante este viernes para evitar cualquier tipo de emergencias.