El Gobierno Eclesiástico advirtió que las protestas en derecho válido, pero deben hacerse respetando los derechos humanos.
La Iglesia católica manifestó su rechazo a los actos de vandalismo que se han registrado en Santa Marta y Ciénaga esta semana en el marco de las protestas nacionales en contra de la reforma tributaria impulsada por el Gobierno nacional.
El gobierno Eclesiástico, advirtió que este tipo de actos violentos no ayudan a la sana convivencia en la sociedad, sino que provocan un sufrimiento nacional por las muertes y alteraciones de orden público.
“Rechazamos decididamente sea cual sea su proveniencia, las violaciones a los derechos humanos, los actos de violencia vandálicos, los bloqueos a la movilidad y al abastecimiento de alimentos, la desaparición de personas, los atentados contra la integridad física de cualquier persona, los destrozos causados a los bienes públicos”, justifica el documento.
También en este comunicado, los obispos expresaron el dolor de la iglesia por las muertes, heridos y enfermos que no han podido contar con la atención de la misión médica por causa de los cierres y afectaciones en las vías.
“La violencia, el vandalismo, las agresiones, el abuso a la fuerza y el casi social no solucionan nada, pues solo traen consigo sufrimiento y muerte, especialmente a los más pobres”, dice la carta.
Sostienen además, la importancia de avanzar en la reconciliación nacional y hacia la paz con la participación y los esfuerzos de todos los ciudadanos sin perder de vista la compleja situación que vive el país.
“Pedimos a los diferentes grupos, que valoren la importancia del diálogo dentro de la tolerancia y respeto de los derechos humano”, menciona el documento.
Por último, obispos de Colombia convocaron a las comunidades católicas a jornadas de oración en las parroquias el día de hoy dedicado al Sagrado Corazón de Jesús.