El gremio asegura que el incremento decretado para 2026 golpea con mayor fuerza a los hoteles y operadores legales, mientras la informalidad sigue creciendo sin control en destinos como Santa Marta.
El sector hotelero, turístico y de viajes de Santa Marta y el Magdalena manifestó su preocupación frente a la decisión del Gobierno Nacional de incrementar el salario mínimo para 2026, al considerar que la medida tiene efectos directos y estructurales sobre la sostenibilidad financiera de las empresas formales que operan en el destino.
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Desde el gremio se recuerda que el turismo es una de las actividades económicas más intensivas en mano de obra en el país y que en territorios como Santa Marta representa una de las principales fuentes de empleo formal, especialmente para jóvenes y mujeres, lo que hace que cualquier ajuste salarial tenga un impacto inmediato sobre la operación diaria.
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Cotelco Magdalena advierte que la hotelería y los servicios turísticos funcionan de manera continua, asumiendo recargos nocturnos, dominicales y festivos durante todo el año, lo que amplifica el efecto del incremento salarial en la estructura de costos, especialmente para empresas que aún se encuentran en proceso de recuperación económica.


