El Grupo Daabon premió a los mejores talentos del lente con el concurso de fotografía “Orgullo Samario”, un certamen que exaltó la historia, biodiversidad y cultura de la ciudad en su aniversario de medio milenio. El primer lugar fue para Marco Perdomo con una poderosa imagen que rinde homenaje a los pueblos ancestrales.
En el marco de la celebración de los 500 años de Santa Marta, el Grupo Daabon realizó la edición especial del concurso de fotografía “Orgullo Samario”, una iniciativa que buscó resaltar la historia, la cultura, la evolución y la biodiversidad de la ciudad más antigua de Colombia.
El evento, cargado de emoción, creatividad y memoria visual, reunió a decenas de participantes cuyas obras fotográficas fueron evaluadas por un jurado experto, integrado por Marcela Sierra, gerente de Ciudad y exsecretaria de Cultura; Ulilo Acevedo Silva, director de Hoy Diario del Magdalena, y el reconocido fotógrafo Luis Guillermo Rodríguez.

Así fue el proceso de elección
El certamen tuvo varias fases. Primero, el jurado revisó todas las fotografías recibidas y seleccionó las 10 finalistas, que fueron publicadas en la cuenta de Instagram del concurso. Luego, el público eligió sus imágenes favoritas en una votación abierta, de la cual resultaron seleccionadas las 5 más votadas para pasar a la ronda final.
En esta última etapa, nuevamente el jurado intervino para escoger los tres ganadores del concurso, quienes no solo capturaron el alma de Santa Marta con sus imágenes, sino que también recibirán premios económicos que podrán destinar a becas académicas o dispositivos tecnológicos para seguir desarrollando su talento.
Los ganadores
El primer lugar fue otorgado a Marco Perdomo, con su obra titulada “Hijos del sol”, una imagen cargada de simbolismo y belleza natural. La fotografía retrata las siluetas de varios niños en la bahía de Santa Marta durante un atardecer majestuoso, con el Morro imponente de fondo y los cielos teñidos de tonos naranjas y dorados. En la escena, una persona toma de la mano a uno de los niños, como invitándolo a subir, en un gesto que evoca guía, pertenencia y conexión. El autor la nombró así porque en ella quiso retratar a los hijos del sol, los hijos del Morro y los hijos de Santa Marta, en una imagen que resume el espíritu, la calidez y el origen samario.
Esta imagen obtuvo el primer lugar, con un premio de 7 millones de pesos para invertirla en beca académica o dispositivo profesional.

Segundo lugar para Adib Navarro Acosta , ‘El guardián de la Sierra’, En esta imagen, la naturaleza y el espíritu ancestral se funden en un instante de quietud y energía. El fotógrafo no planeó la escena: simplemente dejó que el momento hablara por sí solo. Allí estaba el mamo, en silencio, rodeado por la inmensidad viva de la Sierra Nevada, su hogar sagrado. Con respeto y sensibilidad, Adib Navarro capturó la fuerza serena de quien protege los saberes y el equilibrio de la montaña, logrando una imagen poderosa que evoca contemplación, sabiduría y conexión espiritual.
Esta imagen poderosa se alzó con el segundo lugar y un premio de 5 millones de pesos.

Tercer lugar para Juan Felipe Vives Calle, con su fotografía “Mochila sobre banca”, Esta fotografía, cargada de misticismo, identidad y conexión con la naturaleza, es un homenaje al territorio y a los pueblos originarios. La obra sugiere una espiritualidad silenciosa, donde la mochila no es solo un objeto, sino símbolo de memoria, raíz y resistencia cultural.
Por esta propuesta estética y conceptual, Juan Vives Calle fue merecedor del tercer lugar en el concurso, con un estímulo de 3 millones de pesos canjeables por una beca académica o un dispositivo tecnológico.

Reconocimiento al talento local
Durante la ceremonia, los jurados destacaron el valor del concurso como una ventana para exponer la belleza de Santa Marta, sus raíces, y el orgullo de quienes la habitan o la han adoptado como suya.
“No hay nada más potente que un propósito común. Gracias Santa Marta por permitirnos vivir tus 500 años”, expresó uno de los organizadores durante el evento.
Los premios, más allá del incentivo económico, buscan motivar la formación académica y el fortalecimiento del arte visual como herramienta de transformación, memoria y promoción de la identidad cultural samaria.
Un certamen con legado
“Orgullo Samario” no solo ha sido un espacio de competencia, sino un archivo visual del alma samaria. A través de cada fotografía, se ha contado una historia, se ha eternizado un paisaje y se ha reforzado el sentido de pertenencia por una ciudad que lo tiene todo: mar, montaña, cultura, historia y una identidad que resiste el paso del tiempo.
