La visita de la hermana menor del nobel, se debió, a la grabación de un documental internacional, en vísperas del natalicio de su hermano.
Aída García, hermana del maestro Gabriel García Márquez visitó Aracataca, quien con gran alegría recorrió los pasos de su padre el “Telegrafista de Macondo”.
En dicho paseo, doña Aida fue recibida por gestores culturales del municipio y por representantes de la Casa del Telegrafista, que está a cargo de la Caja de Compensación Familiar del departamento del Magdalena (Cajamag), y por la gestora Social del municipio Dabeiba Cruz Thomas.
El recorrido por la tierra que los vio nacer, Aída, agradeció por tano cariño y recordó a su hermano y aseguró “si Gabito viera todo esto se hubiese muerto de la alegría, porque él era una persona muy emotiva para estas cosas y nosotros agradecemos todo lo que han hecho por mi papá, por mi mamá, por mis hermanos, Que Dios los bendiga y a todos los que viven aquí en Aracataca”.
Pero la cosa no terminó ahí, la visita duro dos días, tiempo en el que hubo conversatorios, además de una buena serenata, que con mucha alegría brindó el alcalde del pueblo Leiter Salgado, a una de las más queridas hermanas del maestro Gabriel García Márquez, a quien con orgullo aún después de su muerte sus paisanos rinden homenaje para que su legado no muera.
Es de anotar, que la visita de la hermana menor del nobel cataquero Gabriel García Márquez, se debió, a la grabación de un documental internacional, en vísperas del natalicio de su hermano.
Razón por que Aída estuvo acompañada de importantes personalidades de la literatura como Dasso Záldivar, quien fue el biógrafo del maestro Gabo, e igualmente del científico colombiano Francisco Lopera, el periodista cartagenero Gustavo Tatis, entre muchas otras personalidades del arte y la cultura internacional como su amigo Guillermo Angulo, quien era su amigo cercano y quien estuvo con él, segundos antes de morir.
“Aida está muy emocionada, porque para ella esto no solo es un viaje al pasado o a Aracataca donde ocurrió la infancia de Gabo, de Margot y de ella y sus hermanos en buena medida, sino, que es la historia viva porque el pasado nos sigue como la sombra al cuerpo y ellas y todos sus familiares viven ese pasado como el presente que la enorgullece, y le trae una carga de nostalgia muy fuerte, como la pudimos ver ayer llorando, pero muy contenta satisfecha de que está en su tierra natal”, finalizó el maestro Dasso Záldivar.