Pese a los años de su partida los seguidores de Diomedes siguen corean sus canciones en el cementerio Jardines del Eccehomo, en Valledupar.
Han transcurrido siete años de la muerte de Diomedes Díaz y su fanaticada sigue coreando sus éxitos en el cementerio Jardines del Eccehomo, en Valledupar.
Como es de costumbre sus seguidores desde muy tempranas horas visitan la tumba de su inmortal ‘Cacique de la junta’, llevándole mariachis, ya que después del Vallenato el artista amaba escuchar y cantar rancheras.
“Al Cacique hay que celebrarle hasta la muerte, no hay de otra, es el más grande de la música vallenata, y como él mismo decía en vida: ‘como Diomedes no hay otro, eso nunca nacería, y si nace no se cría, y si se cría se vuelve loco” Dijo uno de sus seguidores a la Fm.
Pese a la pandemia y a las restricciones en Valledupar los seguidores siguen y seguirán llegando hacia su última morada para brindarle un homenaje a su artista favorito.
Cabe mencionar, que por este tiempo las visitas no se reducen a la tumba de Diomedes sino también al monumentos que tiene junto a su fallecido hijo Martín Elias quien murió tras un fuerte accidente de transito.
a este lugar ubicado en la entrada del balneario Hurtado llegan centenares de turistas a tener un recuerdo de más grande interprete de la música vallenata, Diomedes Díaz.
Cabe recordar, que la última presentación del cantautor fue en una discoteca en Barranquilla, donde se le vio por última vez en un escenario, puesto que lamentablemente dos días después falleció en la capital del Cesar.