El excandidato Gustavo Petro, quien disputó la segunda vuelta con Iván Duque, señaló que su rival ganó la Presidencia “con trampas”.
A pesar de que el escándalo mediático gira en torno a una aparente compra de votos para la segunda vuelta en el departamento de La Guajira y que la diferencia entre Duque y Petro superó los dos millones de votos, para el excandidato del movimiento Colombia Humana esa victoria se obtuvo de manera irregular y “con la orden de Uribe”.
El excandidato Gustavo Petro, quien disputó la segunda vuelta con Iván Duque, señaló que su rival ganó la Presidencia “con trampas”.
A pesar de que el escándalo mediático gira en torno a una aparente compra de votos para la segunda vuelta en el departamento de La Guajira y que la diferencia entre Duque y Petro superó los dos millones de votos, para el excandidato del movimiento Colombia Humana esa victoria se obtuvo de manera irregular y “con la orden de Uribe”.
En efecto, la votación más alta había sido la del fallecido exmagistrado de la Corte Constitucional, Carlos Gaviria Díaz, del Polo Democrático, quien en la primera vuelta de 2006 alcanzó 2’613.157 sufragios.
Tres semanas después, en la segunda vuelta, Petro obtuvo el segundo lugar con un caudal electoral de 8’016.402 votos, casi duplicando los votos alcanzados al final de la primera jornada, pero distante de Duque que obtuvo 10’398. 689.
Por su parte, en las últimas horas el expresidente y senador Álvaro Uribe Vélez ha reiterado su inocencia en el caso en el que se le menciona por una supuesta compra de votos en la campaña presidencial de 2018.
Y para no dejar dudas también ha salido en defensa del Jefe del Estado: “El ejercicio político del presidente Duque ha sido transparente”, sentenció.
Las declaraciones de Uribe son una respuesta al ruido mediático tras la publicación, en texto, de apartes una interceptación telefónica que hizo la Policía en 2018 a José Guillermo Hernández, conocido como el ‘Ñeñe’, señalado testaferro de un narcotraficante
En la charla se habla de la supuesta compra de votos para favorecer al entonces candidato Duque.
El miércoles Uribe rechazó los señalamientos en tres tuits. Primero puso un par y luego en Yopal, Casanare, en donde estaba de visita, aseguró: “El ejercicio político del presidente Duque ha sido transparente. En mi larga carrera política jamás ha pasado por mi mente comprar votos, he sido riguroso desde mi primera elección como concejal en 1974”.
Uribe, además, sostuvo ante los medios locales que “le he contado al país en innumerables ocasiones quiénes han sido los gerentes de mis campañas, personas de la más alta reputación, dineros de origen transparente, todos declarados además del cuidado de poner magníficos gerentes al frente de las campañas -nunca he manejado los dineros de las campañas- con la garantía de la reputación moral de los gerentes, siempre se ha delegado en ellos y estoy refiriéndome a una carrera política cuya primera elección sobre mi persona fue en 1974”.
Uribe insistió en no conocer a Hernández a pesar de que en las redes sociales de éste hay fotografías no solo con el expresidente sino con Duque y de que lamentó en público su muerte cuando fue asesinado en Brasil.
“Aparece en una foto conmigo como hay fotos de miles de colombianos que todavía se atreven a tomarse una foto conmigo en actos públicos”, ironizó Uribe.
“El señor, me cuentan los amigos de Valledupar, que hasta que se murió, siempre se habló de él como ganadero exitoso, nunca como un narcotraficante. La acusación de narcotráfico empieza a darse después de la muerte del señor Hernández”, argumentó el expresidente.
“Ahora, si hubo personas inescrupulosas abusando del nombre de personas, del presidente de la República, de mi nombre, para pedir dinero y cometer crímenes -delitos durante el proceso electoral, que esto lo sepa el país”, exigió Uribe.
Y fue más específico al decir a exigir que la mujer que aparece en la transcripción “de la cara”.
En las redes sociales, salió el nombre de María Claudia Daza, persona cercana a Uribe pues trabaja en su Unidad de Trabajo Legislativo. Él contó que ella sí conocía al ‘Ñeñe’ porque su esposa, la exreina de belleza, María Mónica Urbina, eran amigas desde la infancia.
Pero, escribió Uribe, era una “relación que no incluyó solicitudes de dineros para campañas menos de compra de votos”.
“A mí me parece de la mayor importancia hacer un emplazamiento para que quede absoluta claridad de quiénes son los interlocutores en esas grabaciones que ahora están saliendo al aire”, precisó el expresidente Uribe.