Los propietarios de estos negocios esperan poder habría pronto sus puertas, cumpliendo con todos los protocolos exigidos por el Gobierno Nacional.
La pandemia del coronavirus dejó graves afectaciones económicas para los propietarios de gimnasios en la ciudad, que durante muchos años han trabajado en este sector generando espacios para la salud física de los samarios.
Actualmente el panorama dónde se encontraban funcionando este tipo de establecimientos es desolador, debido a que sus puertas se encuentran cerradas y con total restricción al público.
Para Isabella Romero, quien es una de la propietaria junto a 4 miembros de su familia del gimnasio Denji Sport, esta ha sido una situación que los tiene prácticamente en la “cuerda floja”, porque los ahorros que tenían para solventar sus necesidades durante el confinamiento se escasearon.
Isabella asegura que antes que comenzara la emergencia sanitaria, a su negocio llegaban alrededor de 100 personas diariamente, lo cual dejaba como ingreso entre 400 y 500 mil pesos de ganancias, recursos que se utilizaban para el pago de servicios públicos y otros gastos del local.
Por otro lado, había aproximadamente 60 personas que pagaban la mensualidad. Una rutina de ejercicios costaba 3 mil pesos con derecho a 1 hora u hora y media máxima.
“No tenemos otra forma de generar recursos económicos, todo el tiempo hemos vivido del negocio, nos toca depender de esto. Teníamos unos ahorros, pero ya no los gastamos, también tenemos deudas con los bancos, ojalá nos permitan abrir muy pronto”, dijo.
Asimismo, la crisis económica ha provocado que algunos decidan vender los aparatos y máquinas para hacer ejercicios, para poder pagar los de meses de arriendo que deben a los dueños de los locales.
“Yo trabajo desde hace 8 años en esto, pero no aguanto más, queremos que nos socializen las acciones a tomar, mi familia depende de este lugar, mientras tanto vemos que otros sectores se han reactivado”, aseguró Rodrigo Piñeres, dueño de Sport Fitness.
Una de las propuestas dadas a conocer al Gobierno Nacional por este sector en la ciudad de Santa Marta tiene que ver con el distanciamiento de 2 metros de entre las máquinas, desinfección de los equipos cada dos horas, y además se debe permitir aceptar un promedio de 20 personas para evitar aglomeraciones.
Algunas de las zonas que disponen estos establecimientos son cardiovascular, bicicletas, caminadoras, pesas, escaladoras y la parte de musculación para pectorales o piernas.
“Estamos esperando que nos den respuesta a este proceso, queremos una solución. Muchas personas nos preguntan que cuando vamos a abrir, tenemos mucha expectativa”, manifestó Isabella.
Los propietarios esperan reactivarse con los protocolos establecidos, como la desinfección del calzado antes de ingresar al lugar, el uso del tapabocas, guantes, y que cada usuario tenga su toalla, también guardar el distanciamiento mientras se realizan ejercicios.