Equipos de rescate buscan a decenas de supervivientes desaparecidos entre los escombros de edificios derrumbados.
Un fuerte terremoto de 6,8 grados sacudió este viernes a Turquía. El movimiento telúrico deja al menor 20 personas muertas y más de 1.000 heridos y desaparecidos.
Según las autoridades turcas, las víctimas se encuentran en Elazig, lugar del epicentro, y en la aledaña de Malatya, al suroeste.
No se facilitó ninguna estimación del número de habitantes que se encontraban en los edificios que se derrumbaron. Mientras tanto, algunos habitantes permanecieron en la calle con temor a las réplicas y encendieron hogueras para calentarse del frío.
“Fue horrible, los muebles se nos cayeron encima. Salimos corriendo” explicó Melahat Can, de 47 años, que vive en la ciudad de Elazig. “Pasaremos los próximos días en una granja fuera de la ciudad”.
El presidente turco, Recep Tayyp Erdogan, anunció que se ordenaron “todas las medidas necesarias” para atender a las zonas afectadas y que envió a varios ministros al lugar. “Con todas nuestras instituciones, sobre todo la AFAD y la Media Luna Roja, estamos al lado de nuestro pueblo”, indicó en un mensaje publicado en Twitter.