La líder asegura que en su momento la comunidad se opuso a la construcción del hotel, pero nunca tuvieron respuesta.
“Son las consecuencias de las construcciones ilegales y que se hacen en términos que no deberían”, esa es la lectura que hoy le da la comunidad de Taganga a la tragedia ocurrida en horas de la noche de este miércoles, en Playa Grande donde las llamas acabaron con el hotel Jaba Niube, que estaba ubicado en uno de los cerros de este sector.
Santa Marta Al Día consultó a una de las líderes de la comarca de pescadores, Lilibeth Cantillo, Secretaría de la red de veeduría de Taganga, quien no dudó en señalar que este lujoso hotel fue construido en una zona reserva y que no cuenta con los permisos de ley, pues en esta zona está prohibido construir.
Cantillo le dijo a este medio digital que fue un largo tiempo en el que los habitantes de Taganga hicieron oposición a estos trabajos de construcción, ya que sabrían que afectaría el medio ambiente, “esas construcciones están prohibidas, no se debe construir y sobre todo que es un cerro, sin embargo, el poder económico que como todo el mundo sabe se maneja en este país y la corrupción, priman sobre cualquier derecho fundamental y ambiental”, anotó.
Una de las peleas que también dio el pueblo taganguero fue la construcción de la carretera que pasa por cinco cerros hasta llegar al Jaba Niube, pero también aquí “los del dinero logran su objetivo”.
“Nosotros nos opusimos en su debido momento, hubo marchas e inclusive el día que fueron a construir esa carretera majestuosa y desastrosa que rompe en más de 5 cerros hasta llegar a ese hotel y es privada, porque tiene una entrada privada, prácticamente están diciendo que esos cerros pertenecen a ellos. Pero nada el Distrito inclusive mando a resguardar los materiales y a las personas vinieron a construir esa carretera, y a nosotros nos prohibieron si quiera acércanos allí”, detalló la Secretaría de la red de veeduría de Taganga.
La naturaleza cobró factura
Sobre el incendio Lilibeth Cantillo asegura que es lamentable y que la comunidad ve con mucha tristeza lo sucedido, sin embargo, señala que esto hace parte de las consecuencias de haber desafiado a la naturaleza y a las leyes de protección ambientales que existen, y que protegen esta zona.
“Podemos decir que nos da tristeza, claro que si porque es un desastre físico que pudo a haberse convertido en un desastre ambiental para nuestra comunidad, porque se estaban quemando los cerros y eso daba mucho miedo, para nosotros era muy doloroso ver como se estaba destruyendo esa reserva tan hermosa que tenemos”, agregó.
Según Cantillo, ella fue una de las primeras personas en llegar al lugar y señala “las autoridades demoraron mucho en hacer presencia, el incendio cobro fuerza, hubo una desgracia. Pero bueno por fortuna lo controlaron y ahora lo que pedimos es que las autoridades ambientales hagan lo correspondiente y se recupere este espacio que nunca debió ser ocupado por particulares”.
