La incasable búsqueda de justicia de las víctimas de la Iglesia católica en Irlanda
Han pasado 20 años desde que Irlanda se disculpara por primera vez por los abusos a niños cometidos por la Iglesia católica, a mediados del siglo pasado.
Y 10 años desde que el primer informe comisionado por el gobierno ofreciera la dimensión real de este escándalo, donde se investigaron miles de casos entre los alrededores de 170.000 niños que entraron a las instituciones implicadas.
Según las investigaciones, los abusos (tanto físicos como sexuales) fueron perpetrados por sacerdotes, monjas y otros laicos.
Ya no quedan muchas víctimas vivas y un gran número de ellas sigue reclamando justicia y siente que no han recibido un apoyo que reconforte los traumas vividos.
Este es el testimonio que ofreció a la BBC uno de los tantos sobrevivientes, que hasta hoy permanecen luchando.
QUIEN LO VIOLÓ FUE UN SACERDOTE
El primer abuso sexual que sufrió sucedió durante unas navidades, cuando le pidieron que subiera a la habitación de uno de los laicos para ayudarle con la decoración.
La debilidad visual de William hizo que no fuera consciente del momento en que el hombre le derramó “accidentalmente” agua encima.
Entonces, le pidió que se quitara la ropa y le comenzó a lavar, luego empezaron los toqueteos y finalmente le masturbó.
“Me dijeron que si decía algo lo iba a lamentar”, confiesa.
El segundo abuso tuvo lugar durante un curso de primeros auxilios en el cual participó y que estaba dirigido por los clérigos. “Siempre pasaba cuando estaba solo. Una vez me caí, se me rasgaron los pantalones y me los quitaron”.
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