Los dos directivos más importantes para el Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI) estuvieron ayer en Bogotá en la presentación del informe ‘Perspectivas Económicas de Las Américas. Frustradas por la incertidumbre’. En diálogo con LR, Alejandro Werner (AW), director del Departamento del Hemisferio Occidental, y su director adjunto, Jorge Roldós (JR), destacaron el comportamiento de la economía colombiana y aseguraron que la migración venezolana, pese a que representa desafíos fiscales, es una oportunidad de crecimiento.
¿Cuáles son las causas que impulsará el crecimiento promedio de 3,5% que ustedes pronostican entre 2019 y 2020?
AW: En el caso de Colombia, estamos viendo un ciclo económico, tal vez de unos cinco o seis años, donde después de que cayó el precio del petróleo en 2014, hubo un ciclo de desaceleración importante. Este no es un ajuste trivial y eso genera una desaceleración de la actividad y, una vez que se absorbe el impacto de ese choque, se regresa al dinamismo de mediano plazo.
La economía colombiana viene recuperándose, para alcanzar esos niveles de la mano de un crecimiento sano del consumo y también de un crecimiento de la inversión. Además de este ciclo económico natural, está el proyecto de las vías 4G. También hay unas condiciones monetarias que apoyan el proceso de recuperación, con una tasa de interés real ligeramente positiva pero relativamente baja.
Es una economía sin vulnerabilidades financieras, financieramente muy sana, con una política macro muy sólida y con mucha credibilidad, la cual se refrendó con la aprobación de la Ley de Financiamiento que ahora está cuestionada por la Corte Constitucional.
¿Qué tan importante es la reaprobación de esta Ley?
AW: La Ley tenía elementos de apoyo a la estabilidad macro, pero también de estímulo a la inversión a través de la deducción de IVA en el proceso de inversión.
JR: Nosotros le asignamos una probabilidad muy alta de que se vuelva a aprobar. Sí causa una cierta inseguridad, pero si usted mira la reacción de los mercados cuando esto ocurrió, casi ni se movieron. El Gobierno se movió muy rápido y sorprendió a mucha gente que pensó que iba a presentar de nuevo el proyecto después de las elecciones del domingo. En la medida en que esto siga a esta velocidad, pensamos que los cambios van a permanecer intactos.
JR: En los últimos 20 años creo que hubo como 20 reformas tributarias, o 10, una cada dos años. Es cierto que eso genera cierta incertidumbre, pero los cambios que hemos visto en las últimas dos reformas son en la dirección correcta. Hay trabajo que hacer todavía. O sea que una reforma tributaria adicional, no estaría mal. Pero no sabemos si puede estar dentro del espacio político de este Gobierno.
AW: Hay dos lados de la moneda. Creo que tanto los diferentes sectores en Colombia como los analistas que los siguen desde afuera, se sienten muy tranquilos de que hay compromiso con la estabilidad macroeconómica. Es muy fuerte y va más allá de un solo gobierno, hay realmente una valoración social para hacer los cambios necesarios para mantener la salud de las finanzas públicas. Por otro lado, esto se ha logrado con cambios demasiado frecuentes que generan incertidumbre sobre cómo va a evolucionar el Código Tributario y por lo tanto pueden afectar el proceso de inversión.
Lo óptimo sería alcanzar un esquema tributario que resuelva la sostenibilidad de las finanzas públicas para los próximos diez años. Colombia todavía no está ahí y claramente esto es una tarea pendiente. Pero, por otro lado, tiene una ley de responsabilidad fiscal que se cumple año con año. Además, la clase política ha demostrado el compromiso de hacer los cambios necesarios para cumplirla.
¿Cuál ha sido el impacto de la migración venezolana y qué oportunidades de crecimiento puede traer?
JR: En el corto plazo hay presiones en el gasto y ahí hay que remarcar la actitud humanitaria que ha tenido Colombia para absorber a toda la gente y que sí va tener una presión fiscal, que estimamos que va a ser entre 0,4% y 0,5% del PIB.
Así como pone presión en el gasto, también los inmigrantes gastan y con el gasto del impuesto al valor agregado, hay más rentas. Inclusive algunos inmigrantes que no consiguen trabajo de inmediato, traen sus ahorros y los gastan. Entonces ese gasto ayuda a mantener la demanda y ayuda a mantener la recaudación.
Y en el mediano plazo, una vez que esa mano de obra mayor empiece a encontrar mejores empleos, alineado con sus capacidades y sus habilidades, eso ayuda en el crecimiento del producto potencial y del producto real.
¿Entonces la migración es una oportunidad de crecimiento económico para Colombia?
JR: Sin duda. Sin duda es una oportunidad.
AW: Sí, ahora como todo choque económico también es un reto de cómo manejarlo en el corto plazo. Pero al final del día, económicamente es parecido a un choque tecnológico que en algún sector de la población te permite incrementar la productividad. Eso claramente es bueno para el crecimiento económico.
¿Cuáles son esos cambios tributarios que hay que hacer? El FMI ha hablado de desmontar los tratamientos preferenciales.
AW: Hay mucho trabajo y Jorge puede entrar en detalle en algunos de los impuestos, pero hay mucho trabajo, como en muchos países de la región, en términos de ampliar la base tributaria y hacer más eficiente la recaudación tributaria. Cuando hay tantos tratamientos preferenciales, claramente la capacidad de elusión fiscal es muy elevada y la labor del supervisor es mucho más difícil. Entonces, el ampliar la base, el eliminar regímenes preferenciales, etc., ayuda de manera importante a incrementar la eficiencia recaudatoria.
JR: Venimos diciendo hace tiempo que Colombia recauda mucho más porcentualmente del impuesto a la renta corporativa que la renta personal. Entonces, la reforma que está en la Ley de Financiamiento precisamente baja la tasa corporativa y aumenta algo la personal en el sentido de ajustar ese desbalance que vemos y es algo que no solo se da en Colombia, sino en toda la región. Entonces, ese es un elemento que tendría que estar y tendría que profundizarse.
Otro de los aspectos que mencionan en el informe es que el crecimiento en la región no va a estar impulsado por la generación de empleo a nivel regional.
¿Cómo ven el aumento del desempleo en Colombia?
AW: El mercado laboral no va a ser un contribuyente importante a la recuperación. Nuestro argumento, para la región en su conjunto, es que en los primeros meses o años donde la economía se empieza a acelerar, es probable que lo haga sin una creación de empleos muy dinámica. Eso es una característica de los ciclos.
En segundo lugar, el hecho de que el mercado laboral no ha reflejado esta aceleración económica en Colombia, por un lado, puede tener que ver con el hecho de que el mercado laboral se resiste al ciclo económico, pero también puede tener que ver con el factor migratorio, porque tienes un incremento en la oferta laboral importante.
Tal vez también el aumento del salario mínimo de este año, que fue mayor al de otros años, haya generado cierto retraso en la recuperación del empleo. Todos esos factores los vemos disminuyendo en relevancia hacia 2020 y tal vez veamos un mayor impacto de crecimiento relativamente elevado en el mercado laboral, a diferencia de lo que anticipamos para la región.
A nivel regional, ¿cuál es la postura del Fondo con la llegada del nuevo gobierno a Argentina?
AW: Tuvimos dos reuniones cuando era candidato Alberto Fernández. Discusiones intensas. Le expresamos nuestra apertura para trabajar cuanto antes en el caso de resultar electo con su equipo. Y esa misma actitud estuvo expresada por nuestra directora gerente (Kristalina Gueorguieva), básicamente expresando nuestra voluntad de estar listos para trabajar con su gobierno, para ayudar al pueblo argentino a salir de esta situación económica tan compleja.
Estábamos trabajando con el gobierno anterior para entender y tener un mejor diagnóstico de la situación y estar listos para trabajar con el nuevo gobierno una vez que ellos así lo requieran.
¿Cuál es el análisis del estallido social en Chile? En el informe hablan de que la región necesita reformas estructurales, pero tampoco hay un espacio fiscal tan grande para realizarlas.
AW: Después de un largo período de crecimiento y mejora en los indicadores sociales en la región, y ahora con perspectivas de menor crecimiento y por lo tanto mayor dificultad para continuar el avance social, esto se está manifestando en estas tensiones y esto también se le suma la percepción de que los gobiernos no están persiguiendo el beneficio de la mayoría. (…) Hay que responder a las preocupaciones de la sociedad civil.
Entonces, hay que fortalecer este diálogo y avanzar en un portafolio de reformas que incluya las que el gobierno cree que se tienen que hacer para mantener el proceso de crecimiento inclusivo. Eso va a requerir de un diálogo mucho más profundo, que vaya mucho más allá del diálogo político tradicional.
Tomado de El Universal