La feria artesanal de la Bahía de Santa Marta se ha convertido en el sitio escogido por los samarios y turistas que llegan al Camellón por estos días a comprar productos que representan gran parte de la riqueza cultural de la ciudad y sus sitios turísticos.
Sobre el Camellón se encuentran instaladas cada una de las carpas hechas con saco y madera, donde los vendedores tienen exhibidos cada uno de los objetos, algunos son elaborados a base de piedras, conchas de mar, madera y hasta en porcelana.
Entre los productos se pueden encontrar llaveros, relojes, tortugas hechas en cerámica, libretas, delfines, barcos, mochilas, manillas, collares, carteras y pocillos.
Algunos de los artesanos vienen desde ciudades como Bogotá, Manizales y Medellín; también hay indígenas de la Sierra Nevada y del Putumayo, quiénes siempre para las temporadas de mitad y fin de año aprovechan este espacio para dar a conocer el talento por el arte y beneficiarse económicamente.
Holman Reyes, uno de los vendedores, aseguró que “este año la feria es más provechosa; hemos visto más presencia de turistas, pero creemos que necesitamos más apoyo de la Secretaría de Cultura y que nos tengan más en cuenta, porque nos toca hacer un gasto para vender en el sitio”.
“El movimiento de las ventas durante esta temporada ha sido mayor, en mi caso que vendo juguetería de colección y ropa playera, me he mantenido constante, porque me toca pagar un millón de pesos que es el alquiler de la carpa”, dijo Carolina Salcedo.
Los comerciantes están ubicados desde el 20 de diciembre, e irán hasta este 20 de enero, tiempo suficiente para darles a conocer a los turistas la riqueza cultural en cada artesanía.