Benedicto González, representante de la FARC, señaló que “Santrich” tiene seis días sin recibir comida y aseguró que la vida del líder exguerrillero corre peligro en su lugar de reclusión.
El representante a la Cámara de la FARC, Benedicto González, denunció en la tarde del jueves que no le fue permitido ingresar alientos a la cárcel La Picota que iban a ser entregado a líder exguerrillero Jésus Santrich, quien desde el pasado 11 de marzo señaló, en una carta enviada a la ONU y a los países garantes del proceso de paz, que no recibiría comida en el centro de reclusión luego de denunciar presuntos planes que buscarían acabar con su vida.
“Visité hoy en la cárcel La Picota a Jesús Santrich, con la intención de ingresarle alimentos debido a que tomó la decisión, ante la información que tuvo de que su vida corría riesgos, de no recibir ni consumir alimentos preparados en la cárcel”, señaló González, quien llegó a la Cámara en reemplazo del líder exguerrillero hoy en reclusión.
Según González, habló directamente con el director de la cárcel, Luis Alfonso Bermúdez, pero no fue posible ingresar la comida. “Es un prisionero totalmente aislado, en una celda de aislamiento, casi que de castigo. Hace tres días concedió una entrevista a un medio noticioso, razón por la cual se han endurecido las medidas y condiciones de su presidio como forma de castigo”, aseguró el congresista.
En ese mismo sentido, hizo un llamado a la opinión pública, a la ONU y a los países garantes, para que presten mayor atención a las condiciones de reclusión de quien fue uno de los voceros de las antiguas Farc en la mesa de diálogos de La Habana. “La vida de Santrich corre riesgo”, dijo González, y anotó que Santrich lleva seis días sin recibir alimentos.
El pasado 9 de abril se cumplió un año desde que Santrich fue capturado, luego de que Estados Unidos lo pidiera en extradición por, presuntamente, intentar traficar con 10 toneladas de cocaína que llegarían a ese país.
En una carta, el exjefe negociador de las Farc, Iván Márquez, exigió la libertad de Santrich argumentando que, luego de todo este tiempo, aún no se han mostrado las pruebas que lo vincularían con el delito de narcotráfico y acusó al fiscal general de la Nación, Néstor Humberto Martínez, como uno de los principales obstáculos para el proceso de paz.