Pasar por la Avenida del Río muy cerca de la Campo Serrano (Carrera Quinta) es como transitar por el patio de una casa llena de ropa colgada en árboles y hasta señales de tránsito, improvisadas como tendederos.
Varias familias de nacionalidad venezolana, ante la falta de un techo para poder residir, han creado cambuches cerca al río Manzanares en plena avenida y hasta han utilizado las señales de tránsito como alambre para colgar la ropa que lavan en el río.
Familias enteras compuestas por padres un nutrido grupo de menores, residen en esa zona de la ciudad, algunos se quedan en “casa”, mientras que otros van a rebuscarse en semáforos y esquinas vendiendo dulces, haciendo malabares y limpiando vidrios, para poder llevar el sustento diario a sus casas.
Entre los que viven esa situación, está Álvaro, un ciudadano oriundo de Maracaibo con su esposa y sus tres niños. Lleva poco más de tres meses en Santa Marta, pero junto a él hay otras familias que llevan más tiempo en Colombia y no han podido buscar un mejor lugar donde vivir.
“Nosotros no estamos aquí porque queremos, estamos porque no hay más de donde”, manifestó el ciudadano venezolano.
Mucha gente no se había dado cuenta que residían en las laderas del río, vecinos de la contaminación del mismo y de los patios de las casas del sector de la 30; sin embargo, el llanto de los niños, la ropa secándose los pone en evidencia.
Bajo la sombra de los árboles, expuestos a mosquitos y otras adversidades como el hambre y el cansancio, así viven estas familias frente al Manzanares.