La madre de María Camila y Elenoir asegura que perdona al empresario, pero que el dolor que le causa la ausencia de sus hijos es irreparable.
La madrugada del 13 de septiembre de 2021 la vida de la familia Romero dio un giro de 180 grados, al perder en el mismo siniestro vial a dos de sus miembros: Elenoir Romero Troncoso de 17 años y María Camila Romero Troncoso de 18 años.
Los hermanos Romero, fueron 2 de las 6 víctimas mortales que dejó el accidente ocurrido en la Troncal del Caribe a la altura de Gaira, el cual fue protagonizado por el empresario samario Enrique Vives Caballero.
A un año de este trágico suceso, el padre de los jóvenes, Jaír Romero, recuerda como si hubiese sido ayer el momento en el que sus hijos le pidieron permiso para ir a ver un ‘picó’, el cual estaría en su último día de presentación en la ciudad.
“Ese día mi insistieron bastante porque estaba lloviendo y porque ya habían salido el día anterior, pero a la final me convencieron a la mamá y a mí y los dejamos salir”, indicó Jaír Romero.
El señor Jaír recuerda en medio de lágrimas, que les había dado permiso hasta la 1:00 de la mañana porque estarían en el festejo de cumpleaños de Bryan Añez, el menor sobreviviente.
“Me llamaron como a la 1:20 a decirme que mi hijo lo había atropellado un carro, pero solo me hablaron de Elenoir, los muchachos que vinieron a avisarme me llevaron enseguida a la carretera”, agrega.
Al llegar a la escena el mundo de este hombre si vino abajo, al notar a uno de los suyos en el asfalto con múltiples golpes y agonizando, pero su instinto de padre le recordó que eran dos los que estaban juntos.
“Yo le veo a él ahí muertecito, pero enseguida le pregunto a la gente sobre la niña, ahí me avisan que hacia adelante había más muertos, caminé como 6 pasos y la veo toda destrozada, eso fue muy duro, me la dejó ese tipo irreconocible”, acotó.
Jóvenes muy alegres y con grandes sueños
Lorenzo Junior Romero, hermano de Elenoir y maría Camila, recuerda con mucho entusiasmo a sus hermanos, afirma que toda esta situación le impactó a tal punto que tuvo que abandonar el sueño de ser futbolista y regresar a Santa Marta para acompañar a su padres, hermana y sobrina.
Actualmente, el mayor de los 4 hermanos, decidió iniciar estudios en psicología, con la esperanza de poder brindarle ayuda a los suyos y a quien atraviese una situación similar.
“A ellos les gustaba salir, estar en fiestas, muy sociables como todo joven, y se sentía esa energía bonita en ellos en cada lugar donde estuviesen”, recuerda el joven.
Asimismo, manifiesta que, pese a que eran muchachos con una vida social muy activa, siempre tenían en mente las ganas de salir adelante a través de los estudios.
“Mi hermana decía que si alguno se enfermaba ella iba a ser nuestra enfermera, y en el caso de Elenoir siempre le llamó la atención el tema de criminalística”, agrega.
Cabe recordar que, Elenoir cursaba octavo grado en el colegio Camilo Torres de Gaira, mientras que María Camila ya estaba finalizando su colegio y tenía planes para iniciar su carrera profesional, puesto que había presentado la prueba ICFES en cual habría obtenido el puntaje necesario para aspirar a la carrera profesional.
El presentimiento de una madre:
Yomaira Troncoso es la madre de los dos jóvenes, y afirma que esa noche no pudo conciliar muy bien el sueño, puesto que algo dentro de ella la mantenía intranquila.
Cuando llegaron a avisarles de la tragedia, ella no lo creyó, y fue su esposo Jaír, quien se dirigió hasta la carretera a percatarse de lo sucedido, sin embargo, el no haber acudido en ese momento, la mantiene aún después de un año con muchos interrogantes que la tienen con diferentes quebrantos de salud.
“Mi pregunta es si ellos me llamaron y eso es lo que me está matando, además por qué Enrique no se paró ahí y dijo que era un error, simplemente se fue y los dejó ahí tirados”, expresó la mujer.
Recuerda con gran amor los momentos al lado de sus dos hijos, quienes según ella eran sus ‘pechiches’, puesto que, como madre, siempre trató de darle los gustos que más pudo.
“Camila me llamaba y me decía que quería comer algo y yo se lo hacía, y hace falta el vozarrón de Elenoir, quien era la alegría de la casa”, agrega.
No obstante, con el paso del tiempo una inocente niña se ha convertido en el motor de los Romero, quienes ven en ella una razón para seguir adelante y honrar el nombre de María Camila.
“Ella se llama Camila Marcela, mi niña me la dejó de dos añitos, y ella nos dice papi y mami a nosotros, yo siempre le he sido realista, y ella cuando nos ve triste siempre nos dice que no lloremos más”, puntualizó Yomaira.
No hubo justicia:
Esta familia, al igual que los otras afectadas, recibieron una compensación económica por parte de la compañía aseguradora de Vives, no obstante, los padres indican que en este caso no hubo justica.
Recordemos que Vives Caballero pagará 92 meses de prisión domiciliaria por haberle ocasionado la muerte a este grupo de personas.
“Todo el mundo lo sabe, hasta el mismo juez debe saberlo, ese hombre mató a 6 personas no a 6 perros. La justicia acá no sirve, la gente que tiene plata marranea y hace lo que quieren, ahí hay muchos embrollos feos”, expuso Jaír Romero.
Entretanto la señora Yomaira afirma que lo perdona de corazón, pero, sigue cuestionándose por qué Vives huyó de la escena.
“Señor Enrique Vives a mí me hubiera gustado que ese día que hubo el caso, usted se hubiera quedado y se hubiera responsabilizado, no se hubiera ido, pero de mi parte yo lo perdono porque yo sé que él no quiso matar a esos niños”, indicó.
Los Romero a un año de la pérdida de sus dos hijos, aún siguen esperando una disculpa por parte del empresario samario, quien presuntamente no ha buscado nunca la manera de brindarle una palabra de condolencia a esta, una de las familias que el 13 de septiembre su vida cambió para siempre.
