Este jueves 8 de mayo, la Sala Plena de la Sección Quinta resolverá la demanda de pérdida de investidura contra el actual gobernador, Rafael Martínez, por presunta doble militancia.
La Sala Plena de la Sección Quinta del Consejo de Estado se prepara para tomar una decisión crucial en el futuro administrativo y político del departamento del Magdalena. Este jueves 8 de mayo, en su orden del día, se encuentra la demanda de pérdida de investidura contra el actual gobernador, Rafael Alejandro Martínez, por presunta doble militancia.
La demanda se fundamenta en el supuesto apoyo del mandatario a candidatos al Concejo de Santa Marta y a la Asamblea del Magdalena por el Partido de La U, así como en la gestión de negocios ante entidades públicas dentro de los doce meses previos a las elecciones.
¿Qué pasaría si el fallo es adverso?

La sesión del Consejo de Estado genera una palpable expectativa en la región, ante las posibles implicaciones de un fallo adverso para el gobernador Martínez. En caso de que la alta corte determine la pérdida de su investidura, se abriría un periodo de incertidumbre administrativa.
La ley establece que, ante la falta definitiva del gobernador electo, el presidente de la República, Gustavo Petro, estaría facultado para designar un gobernador encargado.
Esta designación interina, si bien busca garantizar la continuidad de la administración departamental, podría significar una ralentización en la ejecución de los planes y proyectos en curso. Iniciativas cruciales para el desarrollo del Magdalena, que abarcan sectores como infraestructura, salud, educación y desarrollo social, podrían verse temporalmente suspendidas o demoradas a la espera de la definición de un nuevo liderazgo.
La ausencia de un gobernador electo y legitimado por el voto popular también podría generar perjuicios en la interlocución del departamento con el gobierno nacional y otras entidades territoriales. La gestión de recursos, la aprobación de nuevos proyectos y la implementación de políticas públicas podrían enfrentar obstáculos ante la falta de un mandato claro y definido.
La comunidad magdalenense observa con atención el desarrollo de esta sesión del Consejo de Estado, consciente de que la decisión que se tome tendrá un impacto directo en la estabilidad administrativa y el progreso de la región.
La definición sobre la continuidad del gobernador Martínez no solo representa un juicio sobre su actuación política, sino también una coyuntura que podría marcar el ritmo del desarrollo del departamento en los próximos meses, dejando en suspenso la culminación de importantes proyectos y la implementación de nuevas iniciativas en beneficio de sus habitantes.
