Sigue esperando que le digan que ya es un hombre libre, pero procesado.
El expresidente colombiano Álvaro Uribe permanece a la espera de que se concrete su puesta en libertad, ordenada el sábado por una jueza de Bogotá, pero seguirá vinculado al proceso por presunto fraude procesal y soborno de testigos.
Uribe, que fue presidente de Colombia entre 2002 y 2010, permanece desde el 4 de agosto en detención domiciliaria en su hacienda de “El Ubérrimo”, en el norte del país, y este domingo tenía previsto dar una declaración sobre el levantamiento de esa medida pero a última hora la canceló.
El sábado, en una audiencia virtual, la jueza 30 penal con función de garantías de Bogotá, Clara Ximena Salcedo Duarte, otorgó la libertad a Uribe, fundador del partido Centro Democrático y mentor del actual presidente colombiano, Iván Duque.
Sin embargo el expresidente no ha recibido aún la boleta de libertad que le permitirá retomar sus actividades más allá de la finca en la que ha permanecido los últimos 68 días.