Aunque aún están realizando pruebas para comprobar su efectividad, hubo una mujer que se prestó para experimentar y obtuvo resultados esperanzadores.
Keith Knutson, cabeza de la investigación de la Clínica Mayo (de Jacksonville, Estados Unidos), le dijo a Forbes que el medicamento no solo evita que aparezcan células cancerígenas sino que las elimina si ya están en el organismo. Se espera que esté listo en 3 años, aunque hasta dentro de 8 años estaría disponible para cualquier persona.
La especialista aclaró que por el momento solo “tiene dos vacunas contra el cáncer: una para el seno triple negativo y la otra de seno positivo (HER2)”, pero se está trabajando en la creación de otra que ataque el carcinoma ductal in situ (DCIS), del que, al menos en Estados Unidos, se presentan hasta 300.000 casos al año.
Aunque la investigación y los respectivos ensayos no son económicos, hay gran esperanza en este hallazgo, que actúa estimulando el sistema inmune, y atacaría, (en conjunto) a las células cancerosas de mama y ovarios.