Uno de los días más felices de sus vidas por terminar un ciclo escolar, fue empañado por el estado de las calles.
Vestidos con una toga azul con blanco y zapatos negros recién embetunados, los estudiantes del colegio del corregimiento El Juncal, jurisdicción de Tenerife, Magdalena, se prepararon para recibir su ceremonia de graduación.
En fotografías quedó inmortalizado el momento en que salen de sus casas, con la ilusión de una ceremonia donde cierran una etapa de sus vidas, y se enfrentan a un camino lleno de lodo que amenaza con ensuciarles su calzado lustrado.
Sorteando el terreno, con la toga alzada hasta las rodillas para no mancharla, se dirigieron al colegio ubicado a unas cuadras y que también está inundado, con la suerte de no hacer un mal movimiento y terminar en el suelo.
A raíz de las lluvias, las calles sin pavimentar están convertidas en un lodazal, impidiendo la circulación de motos o carros, pues quedan atrancados.
Por su parte, las personas han añadido a su vestimenta diaria las botas pantaneras para poder circular, sin embargo, las guardaron para la ceremonia que ameritaba un outfit diferente.
La escena ha sido aplaudida por algunos, quienes valoran el hecho de que el entorno no afectó la felicidad de los menores y fueron con agrado a recibir su título.
No obstante, otros han lamentado que en algunos municipios del Magdalena se siga vivienda en estas condiciones deplorables, donde se vulneran los derechos de tener una vida digna y contar con todos los servicios públicos.
“Hoy, mis ojos vieron uno de los cuadros más irónicos de mi vida, En medio de tremendo lodazal y con el colegio inundado por las aguas de la Ciénaga desde hace más de medio año, una felicidad evidente embargaba a la comunidad de este caserío”, dijo el hombre que compartió las imágenes.