La Alma Mater trabaja en la construcción de una matriz de riesgos donde prevalecen los aportes de los universitarios.
“¿Cómo estás? ¿Cómo estás durmiendo? ¿Cómo te estás alimentando?”, preguntaron varios estudiantes de la Universidad del Magdalena a Juan Correa Ariza, cursante del Programa de Contaduría Pública, al ingresar a la mesa de trabajo ‘Construyendo redes’, organizada por la Alma Mater.
Estos interrogantes fueron el punto de partida de un ejercicio para construir colectivamente una matriz de riesgos en aras de prevenir y atender casos de violencia que se puedan presentar en el contexto universitario y por fuera.
Esta es una iniciativa liderada por el Programa de Atención Psicológica – PAP, en conjunto con la Dirección de Desarrollo Estudiantil y la Dirección de Bienestar Universitario, que también permite aproximarse al estado de salud mental de los miembros de la comunidad académica.
“Esta actividad se planteó con la finalidad de obtener un diagnóstico para desarrollar estrategias en pro de abordar situaciones de violencia”, explicó la psicóloga magíster Jenifer Carvajal Lorduy, coordinadora del área jurídica del Programa de Atención Psicológica.
En este sentido, la participación de los estudiantes de Unimagdalena permite identificar con detalle escenarios en los que su integridad puede ser vulnerada, el nivel de severidad, probabilidad y consecuencias.
Metodología Ágiles
De acuerdo con la psicóloga magíster Daniela Alean Molinares, miembro de la Dirección de Desarrollo Estudiantil, se replicó la metodología ‘Ágiles’ para que los estudiantes sean actores protagónicos en la construcción de estrategias y ampliar la cobertura de los servicios en la Institución.
“Si bien como profesionales en el área tenemos la experiencia para diseñar y llevar a cabo planes de trabajo para prevenir la violencia, queremos que sean los estudiantes quienes trabajen de la mano de nosotros (…) y garantizar que se sientan seguros en la Universidad”, enfatizó.
Para Catherín Asís Cantillo, estudiante de primer semestre del Programa de Licenciatura en Artes y miembro del cabildo indígena de Taganga, el espacio colaborativo fue idóneo para conocer los escenarios de discriminación y violencia.
“Me parece excelente que la Universidad del Magdalena se ponga la 10 en esto, porque es muy bueno que tengan en cuenta a la población y su salud mental, y que estén buscando la manera de ayudarnos”, afirmó.
Primero es la gente
El Programa de Atención Psicológica, la Dirección de Bienestar Universitario y la Dirección de Desarrollo Estudiantil proyectan realizar las mesas de trabajo dos veces cada semestre, con la vinculación de colectivos estudiantiles y jóvenes de todos los programas.
Cabe resaltar que, a través de la adopción del protocolo institucional establecido mediante el Acuerdo Superior No. 10 de 2019, la Universidad del Magdalena articula acciones entre distintas dependencias para efectuar rutas de prevención y atención de diversas formas de violencia.
Es por ello que su implementación se ha convertido en referente para universidades a nivel nacional y ha sido bien calificada por el Consejo Superior de Unimagdalena, demostrando el cumplimiento del principio general de gestión ‘la Gente es Primero’.