Esta cohorte de médicos internos cuenta con siete beneficiarios de Talento Magdalena: un hito en el aporte de profesionales de esta área del saber a los territorios.
Rodeados de sus familiares y los docentes que acompañaron su formación académica, 67 estudiantes de décimo semestre de Medicina de la Universidad del Magdalena recibieron la autorización para iniciar sus prácticas profesionales en una ceremonia de imposición de batas blancas.
En este acto simbólico de transición hacia su primer ejercicio profesional, se les otorgó la indumentaria que representa pureza, responsabilidad y autoridad, con la cual realizarán el internado rotatorio durante un año distribuidos en 13 escenarios clínicos, hospitalarios y educativos de Colombia.
Los jóvenes asumirán los nuevos retos del mundo laboral con la convicción de haber recibido formación integral con estándares de calidad académica y científica, y con la consigna del humanismo, la ética y el enfoque familiar y comunitario inculcados en Unimagdalena.
Más frutos de Talento Magdalena
De acuerdo con María Meñaca Guerrero, directora del Programa de Medicina, esta cohorte tiene siete beneficiarios del Talento Magdalena, lo que significa un logro para los territorios que antes no contaban con profesionales de esta área de la salud por la dificultad de acceso a la educación superior.
Tras recibir la bata blanca, la estudiante Geraldine De la Hoz, quien hace parte del programa de inclusión, relató: “Hace unos años era una chica de un pueblo que no contaba con los recursos para llegar a la educación superior y hoy estoy aquí gracias a Talento Magdalena. Es un programa que transforma vidas”.
La joven originaria del municipio de Nueva Granada (Magdalena) será la primera médica de su familia y del corregimiento Los Andes. “Hace falta una persona que influya en la población y sea inspiración. Tener un profesional en esas zonas apartadas es de gran valor”, aseveró.
Con la emotividad de trascender en su camino profesional, Valentina Escalante, oriunda del municipio de Ariguaní, aseguró que este logro los impulsa a seguir trabajando para que jóvenes del área rural del Magdalena puedan seguir adelante e ingresar a una universidad.
“En Unimagdalena salen profesionales capacitados, al servicio de la comunidad y con muchísima humanización en salud que es lo que tanto necesitamos”, manifestó la estudiante, quien recibió distinción por ser la beneficiaria de Talento Magdalena más destacada de su cohorte.
Por su parte, Osmer Díaz, quien, desde Guamal, al sur del departamento, llegó a Unimagdalena para realizar su sueño profesional, expresó con gratitud: “Me siento feliz y el apoyo ha sido inmenso. Estas iniciativas han sido para un cambio social para mi pueblo, porque somos faros de academia para otros niños que están interesados en acceder a la educación superior”.
Los nuevos médicos internos se desempeñarán en entornos profesionales donde identificarán necesidades y formularán estrategias para resolverlas, con el sello de salud familiar característico de Unimagdalena que les permite abordar integralmente a los pacientes, sus familias y su entorno.