El joven samario de 29 años comercializa sus productos en un semáforo de Montería.
Con el sueño de llegar a ser uno de los mejores médicos del departamento de Córdoba, el joven Leomar Barros, oriundo de la ciudad de Santa Marta, se levanta todos los días a vender sus productos en busca de lograr obtener dinero suficiente para pagar su matrícula en la Universidad del Sinú.
Cuando inició esta travesía, Leomar recibía ayuda de particulares que le costeaban el 75% de la matrícula y este asumía el 25% restante.
Es así como día a día colocaba un cartel en su pecho que decía: “soy estudiante de Medicina, vendo chocolates para mi matrícula” con el fin de llamar la atención de quienes serían sus clientes en aquel semáforo de la calle 62.

Actualmente Leomar paga su universidad mediante un crédito en el Icetex, el cual le cubre el 95% y el otro 5% lo asumiría él, junto al pago de un seguro que le solicita la entidad de manera obligatoria.
Lo anterior significa que semestralmente debe reunir poco más de 1 millón de pesos.

Una mesa, una silla, sus libros, su celular, dulces y cajas de tapabocas, son sus fieles acompañantes en sus largas jornadas de trabajo y estudio, debido a que toma sus clases de manera remota desde el mismo semáforo donde se sitúa para vender sus productos.
Además de esto, el joven Leomar Barros es padre soltero de un niño y con su trabajo debe cubrir los gastos de una niñera y pagar el arriendo del lugar en el que vive actualmente.
