Corrían las 6:00 de la mañana de este viernes y la carrera 19 sobre la calle 22, donde está ubicada la clínica Mar Caribe, fue testigo del llanto de una mujer, la que empuñaba una cédula en sus manos con la foto de un hombre al que toda su vida amó y al que a causa de las quemaduras del siniestro ocurrido en Tasajera, perdió para siempre.
Ereida Paola Carranza Rada, se enteró esta mañana de la muerte de Carlos Manuel Ortiz, su esposo, con el que tenía seis hijos, uno de ellos Adolfo León Carranza Rada de 20 años, también fallecido luego del siniestro.
Pero el dolor de Ereida es aun mayor, con las muertes de sus hermanos Heyder Carranza de 21 años y Deiby Carranza de 19 años que dejan como saldo cuatro miembros de su familia fallecidos por el hecho que enlutó al país.
“Yo perdí a mis hermanos, a mi hijo y ahora se va mi esposo”
En las afueras de la clínica Mar Caribe, su llanto estremeció a los transeúntes y cientos de personas que circularon por la 19: “pobre señora, ¿qué le habrá pasado?”.
En medio del llanto, la mujer recuerda las palabras cariñosas de su esposo, un hombre que se dedicaba a la venta informal en los peajes y que por causa de la pandemia, se había quedado “sin rebusque”.
Dice que el día que ocurrieron los hechos, saber que había un camión volcado, era la oportunidad para un buen desayuno, un almuerzo sabroso y hasta quizás irse a dormir sin el estómago vacío después de una cena.
Carlos Manuel Ortiz Barceló es una de las 26 víctimas mortales del siniestro de Tasajera.
“Esto es muy duro, lo he perdido todo, perdí dos hermanos, después mi hijo y ahora mi esposo”, dijo Ereida.
Asegura que la tragedia la agarró momentos en los que estaba haciendo un tinto, no se dio cuenta cuando su esposo, su hijo y sus hermanos salieron en busca del “rebusque” en el carro volcado; pero recuerda bien cuando vio pasar la camioneta blanca que los trasladó hasta el hospital con las quemaduras que acabaron con su vida.
En sus ojos el llanto refleja el recuerdo de un “te amo” de una canción que su esposo le dedicara y un abrazo de su hijo, muestra de confraternidad que jamás volverá a sentir de parte de sus seres queridos que se fueron.