España, que sobrevivió en una épica batalla con dos prórrogas ante Australia (95-88), y Argentina, muy superior a Francia (80-66), se clasificaron para la final del Mundial de básquetbol, este viernes en Pekín, y jugarán el domingo por el título.
Con leyendas de la NBA como Kobe Bryant, Chris Bosh y el icono argentino Manu Ginobili en la primera fila, el Wukesong Sport Center vivió una espectacular jornada, especialmente en su primer pase, cuando Australia y España llevaron a los 50 minutos de juego, con dos prolongaciones, su agónica pelea.
Salvo en el arranque, Australia fue por delante durante prácticamente todo el choque, pero España ajustó su defensa en la recta final y se aprovechó del despertar ofensivo de Marc Gasol (33 puntos, 29 en la segunda parte) para llevarse el duelo. Jugará por su segundo título mundial tras el logrado en Japón-2006.
Invicta en China-2019, como Argentina, España vivió una tarde de sufrimiento total, sobreviviendo a su escaso acierto en la primera parte para finalmente ofrecer una lección de experiencia, coraje y sangre fría.
Argentina arrasó a Francia con una actuación espectacular de su capitán de 39 años Luis Scola, autor de 28 puntos, consiguiendo además 13 rebotes, ganándose un largo abrazo de su compañero en mil batallas Ginobili.
El gigante sudamericano se asegura la plata, que ya logró en Indianápolis-2002, preludio del histórico oro en los Juegos de Atenas 2004. Queda a un paso de igualar su título mundial en 1950, cuando se impuso como anfitrión en la edición inaugural del torneo.
El equipo argentino, dirigido con maestría por Facundo Campazzo, rompió el partido en el tercer cuarto, llevando el juego a un nivel inalcanzable para Francia, que ya había ido a remolque en la primera mitad.