El afluente se encuentra a pocos centímetros de rebasar la cota de desbordamiento en el kilómetro 1.8.
En la mañana de este lunes el río Magdalena volvió a arremeter contra el municipio de Salamina, esta vez, el furioso afluente socavó varios metros de tierra en el kilómetro 1.8.
Según informó el personero municipal, Carlos Mario De La Cruz, el río se encuentra a pocos centímetros de rebasar la cota de desborde en ese sector, amenazando con inundar y perjudicar la vida de más de 100 mil personas que habitan en la subregión río.
“Lamentablemente debo dar testimonio de la negligencia que han tenido entidades del orden nacional y de manera particular en el caso de Cormagdalena que se encuentra bastante cómoda coordinando el plan maestro que emanó el Tribunal Administrativo del Magdalena”, afirmó el personero.
Asimismo, aseguró que la corporación no ha hecho más que coordinar y coordinar, dejando de lado las obras que se necesitan con urgencia para detener el proceso erosivo.
“Es muy lamentable ver cómo la entidad encargada de velar por el adecuado funcionamiento del río Magdalena le haya quedado este tema sumamente grande”, aseveró De La Cruz.
Las recientes lluvias que se han presentado han aumentado los niveles del río a 8.53 metros, quedando casi a nivel de la carretera en el kilómetro 1.8, donde se presentó la nueva socavación.
Ante esta situación, el personero criticó que los entes encargados de manejar y mitigar el proceso erosivo no hagan presencia en el municipio, ignorando la gravedad de la situación.
“La presencia de la Gobernación con el transcurrir de este año se ha ido diluyendo lentamente al punto de que hoy no hay absolutamente nadie presente, es vergonzoso que funcionarios de la Alcaldía tengamos que responder por todo el aparataje institucional de un estado que en esta situación ha quedado como un estado fallido”, puntualizó.
Cabe destacar, que el puerto del ferry que comunica al Atlántico con el Magdalena amaneció inundado en el sector de Puerto Giraldo, debido al desbordamiento del río, generando traumas en el transporte de carga y de pasajeros.
En ese sentido, en ambos lados del puerto las personas quedaron incomunicadas, puesto que en semanas anteriores el servicio en el Magdalena fue suspendido porque el río se “tragó” la zona donde estaba ubicado.