Legalmente estaba fuera de circulación pero para la ciudad donde si se puede hacer de todo, tenía hasta el 2026 para “atentar contra la integridad de los samarios”.
¿Una sorpresa o era de esperarse? el bus que ocasionó el incidente que tiene como saldo, un muerto, una mujer en estado de gravedad y otras personas heridas, tendría vencida su vida útil. Es decir estaba tan viejo que ya era un peligro andante.
Según se conoció presuntamente la buseta 551 de la empresa Rodaturs, de placa WEK – 000, es modelo 2003 y tiene 21 años de uso. Lo anterior, deja en evidencia que había cumplido su tiempo y debía estar fuera de circulación.
En Colombia, la ley establece que los vehículos de transporte público tipo buseta pueden funcionar por un máximo de 20 años desde su fecha de fabricación. Después de este período, los vehículos deben ser retirados de servicio y reemplazados por unidades más nuevas que cumplan con los estándares de seguridad y emisiones establecidos por las autoridades. Es importante para la seguridad y comodidad de los pasajeros, así como para la reducción del impacto ambiental, que se respeten estas regulaciones.
Pero algunos conocedores en el tema de seguridad vial revelaron que este carro habría sido utilizado presuntamente primero en el interior del país, “cuando empezaron sacar las busetas pequeñas aquí en Santa Marta, lo trajeron, lo pintaron y lo pusieron a rodar”.
Lo curioso, es que la ‘bola de hierro’ tendría presuntamente tarjeta vigente de operación hasta el año 2026.
Otra perla es que según el registro de tránsito la ‘Bola de hierro’ presenta dos comparendos uno con fecha del 22 de mayo del año 2014 y otro con fecha del 27 de octubre del año 2023. En total, las multas suman un total de $1.353.566.
Este accidente deja hasta el momento una persona sin vida, otra más con muerte cerebral y 9 con heridas de consideración en distintas partes de su cuerpo.
¿Cuantos accidentes?
A principios de marzo, una buseta con cupo completo, se le salió una llanta bajando la cuesta de El Rodadero, pero como tiró hacia el lado del cerro, nada ocurrió, solo susto y pánico entre los viajeros.
El Viernes Santos, en horas de la mañana, una buseta de Rodamar, que se dirigía del barrio Bastidas con destino a el Aeropuerto de Santa Marta, en la Avenida del Libertador con carrera 22, se le salió el eje de mando trasera y una de las llantas se incrustó en el chasis, lo que evitó su volcamiento.
Ese día de máxima actividad turística en la ciudad, el automotor llevaba 40 pasajeros que afortunadamente, solo se llevaron el peor susto de su vida, cuando pensaron que se trataba de una explosión en el tanque de la gasolina.
Estos comportamientos peligrosos de los buses que hacen parte del transporte urbano de Santa Marta, requieren una inspección a fondo por parte de la Secretaría de Movilidad, porque todo ello es por causa de su estado de obsolescencia, falta de mantenimiento, desgaste de sus partes y cumplimiento de tiempo de servicio.