El mandatario nacional estaba siendo fuertemente cuestionado por no cumplir con lo prometido en campaña de devolver las empresas intervenidas.
El presidente Gustavo Petro prometió en campaña que le devolvería al día siguiente de su posesión las empresas intervenidas al Magdalena, siguiendo el discurso que las tomas de posesiones eran una estrategia del antiguo gobierno para desestabilizar al departamento.
Sin embargo, las palabras lanzadas le pesaban al mandatario nacional, pues a dos meses de tomar las riendas de Colombia la ESE Alejandro Próspero Reverend, el Hospital Universitario Julio Méndez Barreneche y la Empresa de Servicios Públicos del Distrito -Essmar- seguían intervenidas.
La estocada al incumplimiento de su palabra fue el anuncio de la Superintendencia de Servicios Públicos que la Essmar seguiría en manos de la nación y que EPM sería su nuevo gerente.
El gobernador del Magdalena, Carlos Caicedo y la alcaldesa Virna Johnson no recibieron con agrado la noticia y recurrieron a las redes sociales y medios de comunicación para mostrar su inconformismo, pues la empresa que construyeron no la pueden manejar.
“Dos meses y medio después de su posesión, esperanzados con el inicio de una nueva era en las relaciones entre el gobierno central y los gobiernos alternativos de Santa Marta y el Magdalena, quienes hemos luchado por materializar nuestros planes de desarrollo”, dice la carta emitida por Caicedo y Johnson a Petro.
La tensión se sentía entre el gobierno nacional y local, pues pese a las palabras tibias del superintendente Dagoberto Quiroga haciendo entender a los mandatarios que la empresa está desfinanciada no eran suficientes.
“Encontremos que la Empresa de Servicios Públicos de Santa Marca continúa con riesgos financieros, jurídicos y de carácter técnico, lo que imposibilita devolverla a manos de la administración distrital”, señaló en su momento el superintendente Dagoberto Quiroga.
Pero el contentillo llegó, Petro visitó la semana pasada a Aracataca y le entregó a Caicedo y Virna la ESE Alejandro Próspero Reverend y el Julio Méndez, una manera de enfriar los ánimos y seguir con su discurso de “unión”.
Ahora los samarios y magdalenenses esperan que estas entidades mejores su prestación de servicio de mano de la alcaldía y la gobernación, teniendo en cuenta que está en juego la salud de la población.
Además, que fuera de las cámaras exista una buena relación entre el gobierno nacional y departamental, para que las obras puedan llegar al departamento.