La presidenta de la corporación, Ángela Cedeño, que había resistido la posesión de ambos pese a los fallos judiciales, terminó acatando por obligación.
Este jueves 23 de octubre, en el recinto de la Asamblea del Magdalena, se llevó a cabo el acto de posesión de los nuevos diputados del departamento, entre ellos César Pacheco Aarón, quien asume su curul tras un fallo del Consejo de Estado que anuló la elección del diputado Alberto Mario Gutiérrez por doble militancia.
El fallo, emitido el pasado 18 de septiembre, ordenó el reemplazo inmediato de Gutiérrez, sin embargo, la mesa directiva de la Asamblea, en cabeza de su presidenta Ángela Cedeño, había sido señalada por presuntamente dilatar el cumplimiento de la decisión judicial, lo que generó tensiones políticas al interior de la corporación.
Durante días anteriores, Pacheco Aarón había exigido públicamente el respeto de su derecho a posesionarse, argumentando que el fallo era claro y de carácter definitivo. “No me entregan lo que me gané en votos y lo que me gané por el fallo del Consejo de Estado. Por eso exijo que se respeten mis derechos”, expresó el dirigente político al irrumpir en una de las sesiones pasadas.
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Su madre, la exdiputada Claudia Patricia Aarón Viloria, también intervino de manera enérgica, criticando el manejo de la mesa directiva. “La Asamblea del Magdalena no está escriturada a ningún conglomerado económico, le pertenece a la gente. Debe ejercer control político con personas honorables que cumplan la ley”, señaló.
¿Actos bochornosos?
Aarón Viloria calificó como “bochornoso” el proceder de la presidenta Cedeño, a quien acusó de favorecer intereses políticos particulares. “Cuando se utiliza el poder para golpear y transgredir los derechos de otros, la justicia debe actuar. Un juez de la República salvaguardó los derechos vulnerados por la mesa directiva, pero la presidenta Cedeño ha omitido sus deberes públicos y cometido actos que desprestigian a la corporación”, manifestó.
Pese a su resistencia inicial, la presidenta de la Asamblea, Ángela Cedeño, finalmente se vio obligada a cumplir con los fallos judiciales y realizar la posesión de los nuevos diputados. De no hacerlo, habría enfrentado nuevas acciones legales en su contra, en un contexto en el que ya afronta señalamientos por presunto abuso de autoridad y desconocimiento de la norma.
El ambiente en el recinto no fue el de una ceremonia tranquila. Entre silencios, rostros serios y presencia policial en la entrada, el acto se desarrolló con una tensión tal que muchos lo compararon con una audiencia judicial más que con un trámite de posesión.


