En circunstancias precarias vive un grupo de cerca de 30 ancianos en el asilo Sagrado Corazón de Jesús del municipio de Ciénaga. Según se ha venido denunciando los adultos mayores serían víctimas de maltrato y descuido que ha llevado a varios, a la muerte.
“Ha dejado morir a la mayoría de los abuelos por desprecio, hace unos días murió uno, porque la directora no lo quiso llevar al hospital y amaneció muerto”, aseguran miembros de la comunidad donante del asilo, quienes han venido interponiendo denuncias penales contra la dirección del lugar de paso.
Según ha denunciado ante la Fiscalía, Daniela Soto, representante de la fundación Nabguana, la administración del hogar de paso, en cabeza de Piedad Henríquez, perteneciente a una ex asociación de laicos de la iglesia, estaría apropiándose incluso de parte de las donaciones que el comercio y personas caritativas entregan para el sustento de los abuelitos.
El centro de vida tiene consigo la potestad de 30 adultos mayores del municipio de Ciénaga. Daniela Soto, aseguró que incluso varios de los abuelos que residen en el asilo, son utilizados para las labores domésticas y atender a otros compañeros.
A través de Instagram, la directora de la fundación presentó fotografías del estado en que se encuentran varios de los ancianos residentes en el Sagrado Corazón.
“La hermana Piedad era la directora hasta hace un par de meses de ese ancianato, hasta que el mismo Obispo le quitó los hábitos por los malos manejos y el descuido inexplicable al que tiene sometidos a los abuelos. No nos van a creer, pero los hemos encontrado orinados, con heridas llenas de gusanos, muriendo, flacos, descuidados, desaseados. Pero ¿por qué? Porque esta señora se ha encargado de que todos los apoyos que ellos recibían hayan sido desviados”, manifestó.
Añadió que incluso el asilo tiene problemas en el tema sanitario: “Solo tienen una enfermera para los 30 abuelos, una de día y una de noche, a las cuales no les pagan, lo mismo sucede con las aseadoras y cocineras, que se han vuelto el apoyo más grande para los abuelos también”.
“Hemos llevado 6 sillas de ruedas las cuales tuvimos que formar pleito para que las usaran porque las habían dejado archivadas porque los abuelos se las orinan, lo mismo nos pasó con unos colchones y sábanas que llevamos para cambiarles. La misma situación ocurre con mucho de lo que llevamos, por eso solo nos hemos empeñado en llevar cosas de uso inmediato, los pañales, los útiles de aseo, entre otros, porque la comida y la ropa que ella vea que se puede llevársela para su beneficio, incluso tiene una tienda en Ciénaga”, dijo Daniela Soto.
LA DIRECTORA SE DEFIENDE
Sobre las acusaciones que han sido lanzadas por parte de las directivas de la fundación Nabguana y los vecinos del municipio de Ciénaga, SANTA MARTA AL DÍA habló con Piedad Henríquez Melo, directora del centro y que se presentó como hermana religiosa.
Piedad Henríquez hace parte de la Asociación de hijos e hijas de María Reina capítulo Ciénaga, el cual es un grupo de acólitos religiosos.
Sobre el caso Piedad Henríquez aseguró que todo se trata de “tantas calumnias” por parte de una de las aseadoras y un grupo de personas que han venido atacando la labor que hace en el centro de vida.
“La verdad es que aquí no se les da ningún maltrato ni se les da mala vida a los ancianitos, aquí se hace lo que uno obligatoriamente tiene que hacer. Yo a los abuelos no los atiendo, ellos tienen enfermera, ellos tienen cocineras, yo lo que hago es estar pendientes si no se pelean, tratar que ellos no se peguen mientras están justos”, dijo la señora Henríquez.
Por su parte añadió que el problema radica en que “la verdad es que hay una empleada que me ha hecho mucho daño, porque ellas con el problema con que no hay recursos no se les ha pagado. El colmo ha sido que se murió un abuelito de infarto, él señor tiene su historia clínica, tiene todo, y decir que el abuelito que por negligencia mía no lo llevamos al hospital, es una mentira”.
Asegura que ha sido calumniada solo porque en varias ocasiones le dijo que no regresaran porque no había recursos para cancelar.
LOS ANCIANOS HABLAN
Alicia Hurtado, adulta mayor residente en el asilo Sagrado Corazón de Ciénaga, aseguró que tanto ella como sus compañeros, han sufrido maltrato por parte de la hermana Piedad Henríquez.
¿CÓMO SE SOSTIENE EL ASILO?
Según Piedad Henríquez, el asilo hace parte de un grupo cívico que entregó el predio a su comunidad religiosa para que lo administrara y que el sostenimiento del centro es exclusivo de las donaciones que recibe del comercio y la buena voluntad de las personas de Santa Marta y Ciénaga.
“En mi familia tengo un pariente enfermo, hospitalizado de la impresión, por todas estas calumnias que me han levantado”, añadió Piedad Henríquez.
LA IGLESIA SE PRONUNCIÓ
Ante las denuncias y la defensa de la religiosa Piedad Henríquez, el obispo de Santa Marta, Luis Adriano Piedrahíta se pronunció.
El máximo representante de la Iglesia Católica en esta zona del país, manifestó que desaprueba el estado el que son atendidos los ancianos del asilo en Ciénaga y manifestó que ha abogado para que desde la Gobernación del Magdalena, se les haga un traslado al Sagrado Corazón de Jesús en Santa Marta.
También añadió el Obispo que la Asociación de hijos e hijas de María Reina capítulo Ciénaga, fue un grupo de acólitos religiosos a los que se les permitió por mucho tiempo vestir con hábitos, pero al no alcanzar el acceso a la vida religiosa, dicho grupo de laicos fue disuelto.
“Un grupo de personas que estaban en un proceso de búsqueda de la vía religiosa, ellos tenían el permiso del obispo de vestir hábitos, pero ellos no eran religiosos, ellos eran laicos que estaba en proceso de acceso a una comunidad religiosa, pero eso no prosperó, las personas fueron falleciendo, hay una o dos que son ya ancianas y ante eso, tomamos la decisión de disolver esa asociación de laicos”, dijo el obispo de Santa Marta, Luis Adriano Piedrahíta.
Añadió que “nosotros hemos estado ayudándoles para proponiéndoles una ayuda para solucionar el tema, y es posible que algunos de los ancianos de Ciénaga, que están siendo mal atendidos, son trasladados a Santa Marta, mientras se resuelve esta situación”.
El Obispo también dijo que el asilo fue creado bajo un contrato entre esa junta cívica y ese grupo de personas que hacían parte de la asociación de laicos, pero al no existir ese grupo de aspirantes a ser religiosos, la junta cívica debe tomar posesión de ese ancianato y tomar decisiones.
LA AUTORIDAD
Sobre la situación del asilo, SANTA MARTA AL DÍA, habló con Norma Vera Salazar, secretaria del Interior del Magdalena, quien manifestó que desde la Gobernación del Magdalena se destinan recursos para la atención a los ancianos de un centro de vida; sin embargo, para dicho apoyo los llamados ancianatos deben estar reglamentados y cumplir con algunas normas de ley.
La Secretaria de Interior manifestó que dicho centro de vida no se encuentra reglamentado, por lo que no recibe apoyo de la Gobernación del Magdalena.
“Si el centro de vida recibe asistencia de donaciones y fundaciones, el centro de vida no recibe recursos del estado y es privado”, manifestó la funcionaria.
Sin embargo, más allá de lo legal la Secretaria del Interior manifestó que el estado en que se encuentran los ancianos tipifican una “violencia a la tercera edad, puede entrar fácilmente varios concursos heterogéneos de delitos, pero a quien vincula la violencia intrafamiliar es a los familiares de los abuelos que dejaron abandonados”.
Lo anterior ante las normas citadas, porque los primeros responsables por la atención de los adultos mayores son los familiares, hijos y nietos, por lo que serían los primeros judicializados.
