Orientados por el profesor César Valverde Castro, investigadores de la Universidad del Magdalena analizan moscas necrófagas, coprófagas y frugívoras del departamento.
Las moscas, esos insectos que la mayoría de la gente asocia a la falta de higiene y que busca eliminar de su entorno por permanecer en aguas sucias o basureros, también cumplen un papel ecológico fundamental, ya que, al igual que las abejas, conducen en sus patas y cuerpo el insumo para polinizar algunas plantas y controlar poblaciones de insectos plaga que las enferman.
Entre los biólogos que se han interesado tradicionalmente por las moscas dentro de la especialidad llamada entomología, hay uno enfocado a las moscas necrófagas del Caribe colombiano que está dirigiendo a los antropólogos y biólogos forenses de la región en sus investigaciones.
Se trata del biólogo magister César Augusto Valverde Castro, docente e investigador adscrito a los grupos en Medicina Tropical y Arqueología, Bioarqueología y Antropología Forense, de la Universidad del Magdalena.
Con la orientación del profesor Valverde, desde el año 2020 egresadas del programa de Antropología Luz Hernández y Kiara Beltrán, y los estudiantes Jacinto Miranda, Miguel Anaya, Anyely Toloza, Diego Cantillo y Geaneth García han desarrollado investigaciones en las cuales indagan por los tiempos de descomposición de cadáveres de cerdos completos y fragmentados (tafonomía forense).
Paralelamente, estudiantes del Programa de Biología, documentan los ciclos de vida de las moscas necrófagas.
“La relación entre estos dos temas es clave para los médicos forenses, pues dichos insectos depositan huevos y larvas que crecen en el cadáver y ese hecho permite establecer la hora de deceso del individuo en estudio”, asegura el profesor Valverde, quien cursa su doctorado en Medicina Tropical SUE-Caribe, dirigido por la doctora María Teresa Mojica, investigadora de esta Institución.
El investigador, se plantea rastrear aquellas de importancia médica que operan como vectores de afecciones como la tuberculosis, el cólera y enfermedades diarreicas. Según lo explica el académico, la medicina tropical se ha centrado en otras especies de insectos, como mosquitos, chinches y garrapatas, pero pocos analizan a las moscas.
“Mientras los mosquitos reproducen los virus dentro de su organismo y los transmiten mediante picaduras, las moscas son vectores mecánicos que contagian por contacto directo, de allí su importancia”, sostuvo.
Actualmente, con el apoyo de la Vicerrectoría de Investigación, se encuentra desarrollando un estudio metagenómico de todas las moscas que habitan la ciudad. Al practicarles pruebas genéticas logrará obtener el listado de bacterias, virus y parásitos que contienen para establecer el potencial de dichos insectos en el desarrollo de enfermedades zoonóticas (de origen animal).
Con cerca de quince discípulos, a quienes acompaña en sus tesis de pregrado en la Universidad del Magdalena, esta Casa de Estudios Superiores a través de su plan de gobierno 2020-2024 “Por una Universidad Aún más Incluyente e Innovadora”, enseña a las futuras generaciones a escuchar lo que callan los insectos.
De sus respuestas dependerán importantes hallazgos en las áreas de la entomología forense, la entomofagia y la entomología médica, que aporten soluciones a grandes problemáticas sociales como la crisis alimentaria, las epidemias e incluso la verdad y la reparación en el marco del posconflicto.