La ‘Navidad Azul’ se enmarca en el proyecto de extensión que hace esa Institución, para beneficiar a familias de sectores marginados de Santa Marta.
Para los niños más vulnerables en Santa Marta, la Navidad se tiñó de azul pixelado, gracias a la solidaridad de un grupo de dragoneantes y cabos del Establecimiento Penitenciario de Mediana Seguridad y Carcelario ‘Rodrigo de Bastidas’, quienes una vez más, realizaron entrega de regalos.
Por quinto año consecutivo, los funcionarios le madrugaron a labor social y aunque este 2020 pasó casi en blanco, debido a la pandemia del Covid-19, eso no fue impedimento para dejar de ser generosos; por el contrario, este valor se puso a prueba.
Precisamente, aplicando los protocolos de bioseguridad y para garantizar la salud de las personas, no escogieron un barrio beneficiado, como tradicionalmente lo hacen, sino que emprendieron una ruta por las principales avenidas de la ciudad.
Más de 300 niños con sus padres en semáforos y otros desde sus residencias, recibieron los juguetes y refrigerios por parte del Inpec Santa Marta, cuyas patrullas recorrieron la calle 22, la avenida del Ferrocarril sector Mercado, la Vía Alterna al Puerto y las avenidas del Libertador y del Río.
La organización estuvo a cargo de la compañía Santander, que tiene adscritos a cerca de 40 guardianes, quienes además cuentan con el apoyo de sus compañeros de la compañía Bolívar y otras dependencias del penal.
Asimismo, internos del pasillo 1 se sumaron a la actividad aportando los refrigerios.
“Ya son más de cinco años realizando la actividad, brindando alegría a los niños y a las personas que no tienen la oportunidad ni recursos, para tener algo en Navidad. Nosotros lo hacemos como agradecimiento a Dios por las bendiciones que recibimos a lo largo del año y queremos compartirla con quienes más lo necesitan”, expresó Francisco Mendoza, dragoneante y líder de esta iniciativa.