Dicen que están más preocupados en inmovilizar motos que realmente garantizarle seguridad a los estudiantes y profesores.
Luego de que el rector de la Universidad del Magdalena, Pablo Vera Salazar emitiera un pronunciamiento sobre la situación de inseguridad que se vive a los alrededores de esta alma máter, las autoridades respondieron, pero de una manera que no generó satisfacción entre la comunidad educativa.
Esta noche un fuerte operativo se desplegó en la zona, pero no precisamente de vigilancia y acompañamiento, sino con el objetivo de inmovilizar motocicletas e imponer sanciones.
Varios funcionarios se quejaron, porque aseguran que lo que necesitan los estudiantes y profesores y los propios residentes del sector, es que se refuerce la seguridad a través de acciones de vigilancia.
Sin embargo, lo que se dispuso por parte de las autoridades, fueron controles de tránsito justo afuera de la institución universitaria para imponer sanciones a aquellos que no cumplieran a cabalidad con los papeles y normas de movilidad.
Una funcionaria de la universidad registró el momento en el que un retén de agentes de la Secretaría de Movilidad y Policía Nacional, en vez de patrullar el sector en aras de mejorar la seguridad, estarían inmovilizando vehículos de la misma comunidad estudiantil, como si ellos fueran los delincuentes.
“Cuando yo pasé por el retén tomé una foto, y un agente se vino detrás de mí y me golpeó el carro en la parte trasera, pidiéndome los documentos del vehículo de una forma muy grosera”, informa la mujer.
La funcionaria le indicó al agente, que la Unimagdalena solicitó el acompañamiento de las autoridades para que se sientan seguros los estudiantes , sin embargo con este tipo de retenes la sensación estaría siendo la opuesta.
“La vía estaba completamente colapsada y los agentes dedicados a quitar motos. Luego llegó un Policía y entre varios me tenían ahí y me sentí como una ladrona”, agregó.
Finalmente el llamado de la comunidad de la Universidad del Magdalena nuevamente es a la Alcaldía de Santa Marta y Policía Metropolitana, para que trabajen de manera conjunta en generar un ambiente de confianza en la institucionalidad, y no de intimidación.
“Están bien que se hagan controles de movilidad, pero aquí el tema que debe tratarse de fondo es el flagelo que sufren los estudiantes, que por un lado son atracados por ladrones y ahora maltratados por agentes de tránsito”, manifestó otro funcionario de la Unimagdalena.