Los habitantes del barrio El Cisne al sur de Santa Marta se encuentran preocupados por la presunta demolición de una alberca comunitaria que abastece el sector, por parte de una empresa constructora.
Sin la alberca que ha abastecido con agua potable por más de 20 años al sector, dejaría de llegar el servicio del preciado liquido por medio de tuberías a aproximadamente 636 viviendas.
Según algunos vecinos, la alberca fue entregada y puesta en funcionamiento al mismo tiempo desde que se empezaron a construir las casas y asentarse la población en este sector de la ciudad, pero apareció una constructora con la intención de hacer unas torres con apartamentos.
Hasta el momento se desconoce la realidad de este proyecto de vivienda que se pretende construir en el gigantesco lote. Los miembros de la comunidad presentaron una querella como acción penal ante las autoridades competentes, así mismo han adelantado diferentes trámites legales para que se dé claridad ante el posible delito en que esté incurriendo la constructora.
Por otro lado, en anteriores ocasiones la Alcaldía Distrital en conjunto con la Secretaria de Gobierno, ha realizado visitas técnicas a la zona, pero no hay un diagnóstico claro de la problemática.
La alberca distribuye agua potable a la parte alta y baja de sectores como El Cisne, Rodrigo Ahumada, Villa Camila, y son beneficiados del preciado líquido alrededor de 1800 habitantes que viven en cada uno de estos barrios.
“En cuatro meses los encargados dijeron que iban a tumbar la alberca, y que nosotros teníamos que ver cómo íbamos hacer. Queremos también que la empresa de servicios públicos Essmar le haga un mantenimiento a la alberca, ya que está deteriorada” dijo Sandra Gonzales, moradora del barrio.
SANTA MARTA AL DÍA se dirigió hasta el lugar, donde se evidencia claramente que gran parte de la arena de los cerros, está siendo removida por las maquinarias que están contratadas para la obra.
“En esto momentos estamos muy preocupados, porque al tratar de demoler la alberca se perjudicaría toda la comunidad, y quedaríamos expuestos a la sequía” dijo Enrique Posada.
Alcira Acuña, líder de la junta de acción comunal dijo que “los residentes que compraron las casas, se vinieron a vivir al barrio con la ilusión de tener una alberca de abastecimiento para agua potable, pero hace un año aparecieron unas maquinarias en el cerro que está cercano a la manzana 25, 17 y 20 para hacer un estudio de suelo, luego se escuchó decir que era una urbanización que venía para acá, pero no hemos tenido notificación de ese proyecto futuro”.