Es ejemplo y símbolo de admiración para las niñas y adolescentes de su cabildo.
La Patrullera María Fátima Martínez Epieyú, de 25 años y oriunda de Maicao, La Guajira, se enorgullece de su herencia como indígena Wayúu. Desde su infancia, ha valorado las pequeñas acciones que construyen la felicidad de los demás.
La sonrisa de un niño y el agradecimiento de la ciudadanía, son gestos que la motivan a llevar con orgullo el uniforme policial.
Es reconocida por su perseverancia al forjar metas y trabajar incansablemente para alcanzarlas.
Hace dos años, se incorporó a la Policía Nacional de Colombia, ejerciendo actualmente en el Departamento del Magdalena. Allí, realiza labores preventivas y operativas, brindando apoyo y servicio a la comunidad.
María Fátima, siempre ha sentido la vocación de servir a la comunidad, una profesión que admira y que le ha permitido estudiar, ayudar a su familia, a la comunidad y a su cultura.
Con orgullo, representa su etnia, creencias y lengua en cada lugar que visita de la costa caribeña como Cartagena, Barranquilla y Santa Marta.
De la mano de Dios y con el apoyo incondicional de sus padres, María Fátima, representa y seguirá representando, a la Policía Nacional y a su comunidad Kanewaca.
Ella ha sido un gran ejemplo y es símbolo de admiración para cada una de las niñas y adolescentes de su cabildo, de su comunidad. Demostrando que todo es posible con amor y disciplina y que los sueños se hacen realidad.