Angie Marcela ya había terminado su jornada laboral, pero se quedó esperando al administrador del local de pólvora para que le diera un chance.
Samarios no salen del asombro por el voraz incendio que se presentó en la tarde de este domingo en un almacén de pólvora de nombre ‘El Vaquero’, ubicado en la Troncal del Caribe.
En la conflagración dos personas murieron calcinadas: el administrador llamado Isaac Díaz Rodríguez, oriundo de Cartagena, y Angie Marcela Gutiérrez, oriunda de Ciénaga, Magdalena.
Una de las sobrevivientes de este incendio fue Kendry Quintero, quien se salvó de milagro y contó la última conversación que tuvo con la difunta Angie, quien sería su nueva compañera de trabajo.
Según relata Kendry, la jornada laboral terminó a las 04:00 de la tarde, pero Angie Marcela se quedó en el local esperando que terminaran de soldar una reja para que Isaac como administrador pudiera cerrar y así lograr cogerle el ‘chance’ hasta Ciénaga, donde ambos residían.
“Ella se quedó esperándolo porque aprovechaba que Isaac vivía también en Ciénaga para que le diera el chance”, dijo Kendry quien estaba en su primer día de inducción.
La joven sobreviviente relató que en el poco tiempo que pudo compartir con Angie Marcela ella se mostró feliz, pues tenía un trabajo que le daría un sustento para la temporada decembrina.
“Ella estaba feliz. Recuerdo que llamó a una amiga y le dijo que gracias a Dios estaba trabajando porque iba a pasar la temporada con dinero”, contó Kendry.
Pero la felicidad le duró poco a esta joven cienaguera, quien se vio sorprendida por un estruendo que anunciaba una tragedia inminente: una chispa prendió una a una la pólvora del local.
Al momento de la explosión, Angie Marcela en medio del desespero no buscó la salida del local, sino que se metió en el baño del establecimiento buscando resguardarse, sin embargo, las llamas la alcanzaron sin piedad reduciendo su humanidad en cenizas.
Hoy sus familiares la recuerdan con cariño y lamentan la tragedia que acabó con su vida de manera tan inesperada, puesto que tenía 3 años trabajando en el local para la temporada de diciembre y no había corrido ningún peligro.