Cómo en un guerra en la que todos saben quienes son los enfrentados, pero de la que cualquiera podría convertirse en víctima por encontrarse en la mitad, así se sienten las familias samarias que viven en los sectores de la ciudad que colindan con la Troncal del Caribe.
Sectores como el 11 de Noviembre, Cantilito, Los Alpes y Timayui, vienen sufriendo el terror de las muertes a mano armada casi que a diario.
Tal parece que el conflicto que se vislumbra en Guachaca, Buritaca y toda la zona de influencia con la Sierra Nevada, se trasladó hasta otros sectores del corredor Troncal del Caribe.
Según un estudio de la Defensoría del Pueblo, publicado hace unos meses, dichos barrios siempre estuvieron en blanco de el conflicto entre algunas estructuras, a las que la defensora de Derechos Humanos, Norma Vera Salazar, llama “leales a Hernán Giraldo”.
Vecinos del sector, quienes no se atreven a emitir judicios ni entregar declaraciones abiertamente, aseguran que todos saben quienes son los protagonistas, pero nadie sabe quien será la próxima víctima.
Los comerciantes sienten el fuerte dolor de las pérdidas, pues en gran parte los hechos violentos, perjudican el sano desarrollo de sus negocios.
En las casas las madres no dejan la preocupación, pues la caída de una bala, hasta en una tienda, puede perfectamente ser el motivo del deceso de su hijo.
La defensora de Derechos Humanos, Norma Vera Salazar, manifestó que: “En Santa Marta nunca ha habido Pachencas, en Santa Marta siempre ha habido una estructura que se han definido como leales a Giraldo, que son estructura armadas que han cambiado de nombre sistemáticamente desde los 90’ pero la base es la misma: los hijos, los sobrinos y los familiares de Hernán Giraldo. No en vano en los últimos meses fueron capturadas y condenadas dos hijas de Giraldo, una a espera de la extradición”.
En menos de dos meses ha habido más de 50 asesinatos a personas menores de 24 años, todas relacionadas con extorsión, lo que confirmaría una fuerte guerra entre los Pachencas y el Clan del Golfo.
Hace dos años tuvimos la oportunidad de darle respuesta a la seguridad, y se dijo que no era cierto que los paramilitares estaban en esta zona. Hoy esta es una realidad tangible, tanto que nos concentramos en los dos asesinatos de los turistas en Gaucha, pero entre diciembre y enero van más de 50 muertes”, dijo Vera.