Desde que se proyectó su construcción en 1942 hasta la fecha la construcción del Teatro Santa Marta ha estado empañado por problemas en la construcción, los recursos o los tiempos de entrega.
Se retomaron las obras en el Teatro Santa Marta, joya cultural del Magdalena, la noticia es un aliciente para los samarios, no sólo porque han esperado por más de ocho años que se termine la construcción sino también porque este edificio hace parte de la historia y cultura del Magdalena testigo de amores, alegrías y vivencias, mientras se proyectaban las películas o los espectáculos de la época.
Han corrido ocho años desde que el Teatro Santa Marta entró en un proceso primero de restauración y luego de remodelación, se acordó que se conservará en gran parte su fachada original. Pero desde el inicio de obra han sobrado de inconvenientes con el suelo, incumplimientos y cambios en el proyecto habían estancado las obras.
La obra se retomó en mayo de 2019 con nuevos planos y un proyecto mejor estructurado los entes implicados proyectaban que en marzo del 2020 sería entregado por parte del Consorcio Obra TSM contratista de la obra un teatro equipado y funcional.
El compromiso para el contratista era entregar para el mes de marzo la obra con un avance del 95%, donde solo faltara la red de luminarias y el sonido para el escenario. La veeduría ciudadana en su momento afirmó que sin luces y sonidos no había teatro.
El Ministerio de Cultura, hizo un llamado a los entes territoriales para búsqueda del dinero faltante que oscila entre los nueve mil y diez mil millones de pesos. Pero todo fue insuficiente cuando llegó la pandemia y las obras debieron pararse.
Todavía no está clara la fecha de entrega, pero no debería pasar de este año. Según lo acordado el Teatro Santa Marta contará con toda la infraestructura, silletería, puertas, ventanas acústicas, acabados exteriores, acabados de piso, todas las baterías sanitarias, las oficinas con sus acabados, iluminación ambiental y un mejoramiento al espacio exterior.
UNA HISTORIA DE OBSTÁCULOS
En 1942, cuando el entonces gobernador del Magdalena José Benito Vives, puso en marcha el sueño de tener un teatro, en Santa Marta, el escenario artístico de la ciudad ha sufrido muchos tropiezos.
La idea inicial tuvo que ser aplazada, porque era prioridad financiar unos juegos nacionales, relatan los libros de historia que los materiales se destinaron para las instalaciones deportivas y también se llevó el cemento para un hospital y como si fuera poco el arquitecto renunció después, quebrado, porque no le pagaron.
Con todo y dificultades en 1948 se concluyó la obra, aunque estuvo un año sin poderse inaugurar debido según algunos historiadores a que la aduana la intervino porque el aire acondicionado habría entrado de contrabando.
Para el día de la inauguración estaba previsto presentar un ballet español, que nunca llegó y tuvieron que proyectar una comedia mexicana.
En 1979 un incendio destruyó el edificio: Los rumores fueron desde que fue la guerrilla, que fue por intrigas entre el alcalde y el administrador, que se dio en medio del robo de un piano Steinway & Sons.
Pasaron más de treinta años para que con voluntad y persistencia se pensara en remodelar el escenario afectado por el paso del tiempo, se buscaron opciones jurídicas y se hicieron gestiones políticas y finalmente a través del Ministerio de Cultura se consiguieron los recursos para el proyecto.
En abril de 2014, se adjudicó la consultoría a la firma KGR Proyectos y se solicitaron recursos al Ministerio de Cultura para incrementar el valor del contrato de interventoría a los rediseños solicitados por esta cartera, por ser esta la observación más reiterada en el proceso fallido.
El desembolso llegó un año después acompañado de 42 observaciones. Solo hasta noviembre de 2015 Fonade culminó el proceso de selección del contratista de obra, pero tres meses después se suspendió el proyecto por requerimientos de la Curaduría respecto a la licencia de construcción, se cambió al curador y se debió comenzar de cero todo el proceso de la licencia. Solo hasta junio de 2016 se entregó el proyecto arquitectónico y la licencia de construcción.
Entre suspensiones, vistos buenos, ajustes, visitas constantes que realizamos para validar las acciones, necesidades y avances en 2017 cuando el contratista evidenció riesgos por el nivel freático, las aguas subterráneas amenazaban la estructura, y eso conllevó a replantear por completo la financiación por los sobrecostos que suponía la evacuación de aguas.
LO PENDIENTE
Una de las mayores preocupaciones por parte de la Veeduría Ciudadana del Teatro Santa Marta, es la falta un operador especializado para el teatro y la demora del mismo.
Hasta el momento el teatro no tiene un operador especializado para el manejo de los equipos de alta complejidad que se le instalaran.
La falta de estacionamiento del Teatro Santa Marta y la aplicación de recursos para el sostenimiento del teatro. “El tema del parqueadero público es otro tema que le concierne al Distrito, ya se recuperó el parqueadero de los lados, pero ese teatro no tiene parqueadero suficiente para la capacidad que tiene, entonces el Distrito tiene que ubicar estratégicamente un equipamiento para parqueadero público, esta es una labor que les toca hacerla conjuntamente con la reubicación de los vendedores ambulantes”, indicó Luis Ignacio Díaz Granados, coordinador de la Veeduría Ciudadana Especializada del Teatro Santa Marta.
Cabe resaltar que el Ministerio Industria, Comercio y Turismo, puso como condición para el desembolso de los recursos que la Alcaldía de Santa Marta y sus entes territoriales se comprometieran con la sostenibilidad del teatro.