Alisha Cacace, de Basingstoke (Inglaterra), quien es un hombre nacido en una familia religiosa y hoy sacerdote, desde pequeño pensó que era una mujer en el cuerpo de un hombre el cual le ha tocado luchar con este sentimiento.
Según Daily Mail, Alisha Cacace, duró seis años como líder en una parroquia, su fe por Dios se mantuvo intacta, pero ella seguía sintiendo que algo no encajaba.
Todo empezó cuando Alisha, decidio visitar un bar de la comunidad LGBTI y fue cuando se dio cuenta de que debía “ser fiel a ella misma”, señaló el diario británico.
Desde ese momento, ella comenzó su transición para ser mujer y hace un año inició un tratamiento hormonal. Según su relato al medio, nunca antes había sido tan feliz:
“Una vez que enfrentas ese miedo y lo haces, te sientes mucho mejor contigo mismo. Lo mejor que he hecho ha sido cambiar”.
Tomado de Pulzo.