“El Mono” Martínez anunció su retiro definitivo de la política en el Magdalena, asegurando que “es imposible ganar sin robar”, en una declaración que denuncia la corrupción que, según él, dominan las contiendas electorales del departamento. Su renuncia pone fin a su aspiración a la Gobernación y reabre el debate sobre la transparencia y las condiciones reales de la competencia democrática en la región.
El abogado y exconcejal samario sorprendió al país este martes al anunciar que abandona de forma definitiva la política en el Magdalena. Con un mensaje contundente, afirmó que “es imposible ganar sin robar”, señalando que las dinámicas de la contienda electoral en el departamento están degradadas por la corrupción.
“Le doy gracias al pueblo que me apoyó”, dijo Martínez en su declaración pública, en la que aseguró que “hacerse escuchar implica más que una candidatura”: “prefiero no ser parte de un sistema que compra conciencias, que trafica favores y que premia la inmoralidad con cargos públicos”. Con estas palabras, puso fin a su aspiración por la Gobernación del Magdalena, para la que había oficializado su inscripción semanas atrás.
Martínez había renunciado al Concejo de Santa Marta en octubre de 2025 para enfocarse en su candidatura departamental. En ese momento, con el respaldo del partido ADA (Alianza Democrática Amplia) buscaba presentarse como una opción “limpia, independiente y cercana a la gente”.
El exconcejal defendió desde el inicio que su aspiración no dependía de recursos económicos. “Voy a hacer esto sin plata, sin sedes, sin pagar líderes, ni mucho menos comprar votos”, había dicho. Sin embargo, con su retiro, parece poner en duda la viabilidad de una campaña honesta en el contexto actual del departamento.
Aunque no ofreció mayores detalles sobre su decisión, su frase “es imposible ganar sin robar” resume un desencanto profundo con la política en el Magdalena. Su salida representa la renuncia de los pactos corruptos y de las promesas incumplidas.
¿Qué sigue para el Magdalena?
La decisión de Martínez ocurre en medio de un complejo escenario electoral. El departamento vivió recientemente una convulsión política, tras la anulación de la elección del gobernador del Magdalena por doble militancia, lo que desencadenó elecciones atípicas.
En un contexto en el que muchos habitantes del Magdalena reclaman cambio, transparencia y gobernabilidad, la salida de “El Mono” Martínez podría interpretarse como una pérdida para quienes esperaban alternativas diferentes.


