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Colombia

El misterio sin resolver en muerte de militares en show aéreo de FAC

Apenas 20 minutos antes de morir, Jesús Lacides Mosquera López, suboficial de la Fuerza Aérea de Colombia (FAC), le envió un video a su familia contándoles que ya iniciaría la maniobra Spice. Estaba acostumbrado a realizarla, pero no quería llevarla a cabo en esta oportunidad, como les manifestó a sus allegados.

Eran las 2:45 de la tarde del domingo 11 de agosto cuando el video fue enviado, lo hizo justo antes de empezar a deslizarse por una cuerda desplegada desde el helicóptero en el cual volaba y debía ondear, con su compañero Sebastián Gamboa Ricaurte, la bandera de Colombia en un espectáculo de cierre de la Feria de Las Flores.

Su madre Edna López respondió: ¡Qué miedo!

Pasados unos 30 minutos de enviar ese video, a Edna le entró una llamada de Karen Viviana López, esposa de Jesús, contándole que su hijo había fallecido.

El suboficial fue uno de los hombres que cayó del helicóptero realizando la maniobra Spice, asustando a quienes lo veían surcando el cielo y dejando a cientos de colombianos conmovidos preguntando qué pasó y si era necesario que ellos llevaran a cabo esta actividad.

Jesús cumplió 41 años el pasado 29 de agosto, día cuando sus familiares volvieron a recordarlo como un hombre dedicado y valiente en su tumba en Rionegro, Antioquia. Este miércoles se completa un mes de la tragedia que se llevó a Sebastián Gamboa y a él.

El suboficial nació en Quibdó. Desde niño sintió atracción por las fuerzas militares pues casi a diario jugaba con su grupo de amigos a los policías y ladrones, uno de sus allegados era Yahanny Valencia, conocido como Tostao, de ChocQuibTown, otros del ‘parche’ eran sus primos y también sus dos hermanas Orica y Orienny.

Los suboficiales Jesús Lacides Mosquera López y Sebastián Gamboa Ricaurte fallecieron este domingo.

Edna y Jesús, como también se llama su padre, quizá esperaban que eligiera el mismo camino de su hermana mayor, Orica, quien se había decidido por la Medicina; sin embargo, siguió empeñado en convertirse en un militar, por lo que en 1998 terminó por graduarse en la Escuela de Suboficiales de la Fuerza Aérea Colombiana, con la especialidad de Seguridad y defensa de bases aéreas.

En 20 años de carrera, Jesús no hizo más que destacarse y combatir en varias misiones de alto riesgo e impacto nacional, las cuales lo llevaron a recibir siete reconocimientos.

“Él no había pedido la baja, ya tenía su tiempo cumplido para la pensión. Su meta era conseguir su último ascenso a Sargento Mayor, su diploma como abogado y especialista en Derecho Administrativo, en la Universidad Católica del Oriente, en noviembre. Siempre fue apasionado por lo que hacía. En la hoja de vida no hay tacha. Todo lo que hacía era con pasión, era lo que le gustaba. Siempre se esmeró en hacer las cosas bien”, cuenta Orica.

El día de la tragedia, Orienny, su hermana menor, recibió la llamada en Afganistán, donde trabaja en una ONG como médica especialista en ginecoobstetricia. Sus familiares le contaron la noticia y también le mandaron el video que circuló por redes sociales cuando los dos militares cayeron.

Al día siguiente de la tragedia aérea, el general Ramsés Rueda, comandante de la FAC, manifestó que tras las primeras pesquisas se halló un corte en la cuerda, el cual podría ser responsabilidad de un “agente externo” y que las investigaciones para conocer las causas del accidente serían evaluadas con celeridad; no obstante, tras un mes de lo ocurrido todavía no se conocen más detalles del caso.

Orienny, quien no alcanzó a llegar al sepelio de su hermano por la lejanía donde estaba, manifiesta que no ha sido el mejor trato el que le dio la FAC a Jesús, pues lo expuso a una actividad que ya no debía realizar por sus años en la institución y sin la debida seguridad para llevarla a cabo, pues no se contempló una segunda línea, por lo que pide que se verifiquen cómo se está procediendo con estas maniobras en el país.

“Mi hermano fue asesinado por la Fuerza Aérea Colombiana. Yo quiero que me hablen de las normas técnicas y las medidas de seguridad que se tomaron, por qué no tenía una segunda línea, si la hubiera tenido posiblemente hoy estaría vivo”, señala Orienny.

Jesús dejó a su hijo de 10 años, quien, dice Orienny, no se cansa de preguntar por su padre y comparar su historia con la película ‘El rey león’, asemejándose a Simba tras ver caer a su papá desde los cielos.

Para la familia, no se han dado las explicaciones que indiquen las razones por las que ocurrió este lamentable hecho e insiste en que era una maniobra innecesaria. Aunque Jesús era experimentado realizándola, no entienden para qué lo expusieron en una fiesta local, en la cual no contribuiría en mucho esta exhibición.

A la muerte de Jesús, Orienny suma que las declaraciones del general Ramsés Vargas y el accionar de la FAC ha sido desafortunado, pues el acompañamiento que se le ha brindado a la familia no ha sido mejor y el silencio absoluto en cuanto a cómo van las investigaciones de la muerte los tiene en ascuas.

“Eso es lo que nos tiene un poco molestos, con rencor, con rabia. Entenderíamos si mi hermano hubiera fallecido en combate o rescatando a alguien, pero en una feria, en algo positivo, y que tras el hecho el Estado colombiano se haga el loco. Yo quisiera que ellos se colocaran en los zapatos de mi mamá y mi papá, era su único hijo varón”, dice Orienny.

La familia teme que la muerte de Jesús quede convertida en una simple cifra de militares fallecidos y que todo avance como si nada hubiese ocurrido. “Lo único que exigimos es que aparezca un culpable y las razones por las que ocurrió”, manifiesta la hermana del suboficial Mosquera.

El foco de investigación, señaló el general Vargas, es la ruptura en la cuerda, la cual se suponía era lo suficientemente resistente y elaborada para este tipo de maniobras, capaz de sostener a 10 hombres y con unos 50 metros de longitud.

De acuerdo con Orienny, les han manifestado que hay dos líneas de investigación para resolver lo que ella llama el homicidio de su hermano Jesús y su compañero Gamboa.

La primera tiene que ver con las pesquisas que realiza la Fiscalía, entidad que cuenta con todo el material probatorio. La otra investigación es adelantada por la misma FAC.
Orienny indica que es poco lo que conoce del proceso, pues de momento no se han hecho pronunciamientos respecto al caso, pese a que dijeron que pasada una semana se darían a conocer las causas.

“Cuando no se está seguro de algo, no se puede hablar de nada. Él (general Vargas) salió con una declaración malísima y desafortunada porque entonces generó más incertidumbre”, añade.

Se conoce, además, que la Fiscalía le envió al FBI, la principal agencia de investigación criminal del Departamento de Justicia de Estados Unidos, los elementos utilizados en el accidente aéreo.

De momento, la FAC manifestó que solo se podrán pronunciar tras los hallazgos que realice la Fiscalía. En el país están suspendidas estas maniobras por orden del presidente Iván Duque hasta que se aclare lo ocurrido.

Para Orienny, es difícil confiar en el Estado, pero es lo único que queda. Respecto a las investigaciones, agrega, que se debe evaluar si los elementos usados en la maniobra tenían la idoneidad para su uso y porque en el país se utilizan militares para estas exhibiciones cuando en otros se utiliza peso muerto.

“Para mi es asesinato hasta que no se demuestre lo contrario hasta que el Estado colombiano no pruebe específicamente qué fue lo que se entiende”, añade.

Tomado de El Tiempo

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