Su madre lleva meses tratando de que al menor lo operen, debido a que su hernia aumenta cada día más y el dolor se le ha vuelto insoportable.
Emanuel Sebastián Yari va a cumplir 2 años de haber venido al mundo, y en su corta edad ha tenido que cargar con el peso de una hernia inguinal en sus testículos, que cada día aumenta más su tamaño, y con ello, el dolor que le genera la protuberancia entre sus pequeñas piernas.
Este menor de 2 años no solo ha tenido que padecer esta patología a su corta edad, sino también la espalda que le ha dado el personal de salud de Santa Marta, donde reside con su madre, por no portar identidad colombiana o en su defecto venezolana.
Según Tomasa Josefina Yari Lugo, (madre de Emanuel de nacionalidad venezolana), el pequeño fue traído a Colombia para empezar una vida lejos de la crisis que afronta el país vecino, sin embargo, su situación no ha sido nada fácil debido a que desde su llegada ha luchado para que a su hijo le operen la hernia que padece y no ha sido posible.
“Cuando él nació los médicos no se dieron cuenta de la hernia; pero yo me di cuenta a los días porque él pujaba y duró pujando hasta que tenía tres meses y ahí fue donde tuve certeza de lo que sucedía”, le manifestó Tomasa Yari a Santa Marta Al Día.
Cuando Tomasa se percató de la hernia lo llevó de nuevo al hospital de Panamá, pero le advirtieron que no podían operarlo porque estaba muy pequeño, que debía esperar que tuviera 2 años.
Con su llegada a Colombia, cuando Emanuel tenía 9 meses de nacido, empezó a asistir a puestos de salud de la ciudad para que su hijo recibiera asistencia, debido a que cuando se le inflama la hernia no hay medicamento que calme sus llantos por el dolor intenso que le ocasiona.
“Lo he llevado al centro de salud de Bastidas, al de Manzanares, al de Los Almendros. Al hospital tampoco me lo quisieron atender porque no tenía sisbén ni permiso de permanencia, pero ya lo tengo y tampoco me lo han querido atender”, aseguró Yari Lugo.
Según manifiesta su madre en los puestos de salud solo le han enseñado a hacerle masajes para mitigar el dolor que le genera la hernia, pero, no son suficientes porque necesita con urgencia una operación antes de que su salud pueda empeorar.
“Le pido a las autoridades que me ayuden con mi niño, yo no tengo los recursos para operarlo, pero es angustiante para mí ver a mi niño sufrir por el dolor que le causa esa hernia. Él es un bebé y tiene derecho a la salud, a ser un niño sano. Tiene derecho a la vida, por favor ayúdenme”, puntualizó Tomasa.
La madre desesperada acudió ante la Defensoría del Pueblo en busca de ayuda que calme el sufrimiento que padece su hijo.