La difícil situación que enfrentan los venezolanos en la ciudad de Santa Marta cada día es más evidente en las diferentes calles y avenidas; en las calles se pueden ver profesionales o personas con estudios técnicos, buscando la manera de sobrevivir.
Es común observar en sectores como el Mercado Público o el Centro Histórico, a muchos vendedores de todo tipo de productos, como tinto, jugos, comidas rápidas, agua o gaseosa, para poder obtener una ganancia económica y pagar el arriendo diario donde están alojados.
También se las arreglan para consignar dinero a Venezuela, para apoyar a sus familiares; sin embargo, esto no les resulta, teniendo en cuenta que la tasa monetaria es baja y no alcanza para comprar alimentos, productos básicos o incluso medicina.
La razón por la cual los venezolanos muy poco hacen transferencia a su país es porque lo poco que ganan en Colombia no es suficiente para cubrir las necesidades de sus familiares residentes en ese país, ya que los productos tienen alto costo y el bolívar está devaluado.
El valor de la moneda puede variar, lo que serían 50 mil pesos colombianos, son aproximadamente 350 mil bolívares en Venezuela, dinero que alcanzaría solo para una cena de 8 personas.
En medio del recorrido que hizo SANTA MARTA AL DÍA por algunos lugares de la ciudad, nos encontramos con algunos testimonios contados por los mismos venezolanos: Antonio Lubo, quien vende jugo de guanábana en el Parque de Bolívar, aseguró que “el dinero que ganamos aquí no alcanza para vivir en Venezuela, diariamente aproximadamente me estoy haciendo entre 35 y 50 mil pesos, un vaso de jugo vale 1.000 pesos, y el más grande vale 3.000. En Venezuela tengo a mi madre, padre y hermanos, estoy acá en la ciudad con mi esposa, pero lo que gano es para pagar el arriendo y comer”.
La moneda de Venezuela no vale nada debido a la hiperinflación, y un billete que antes podría servir para comprar un kilo de carne, está siendo regalado por los venezolanos en los semáforos de la ciudad a cambio de pesos colombianos. los precios siguen subiendo de manera desorbitada ante la pérdida del valor del bolívar, y lo peor es que ese constante incremento de los precios no está siendo frenado por ninguna medida del estado.
Mojamab Carqués, laboraba en Venezuela como Chef ejecutivo, pero a su llegada a Colombia, le ha tocado vender productos de Crem Helado hace 2 años en Santa Marta, vive con su hijo y esposa en el barrio 7 de agosto; diario gana entre 20 mil y 35 mil pesos.
“Todo lo que gano es para el arriendo, me toca pagar 300.000 pesos mensuales, pero es difícil conseguirlos. Muy poco les envió dinero a mis otros hijos, porque no logro reunir la cantidad necesaria para que ellos compren lo que necesitan. 100.000 pesos aquí en Santa Marta son 1 millón y medio de bolívares allá, eso se va en nada, porque solo una arina pan vale 25 mil bolívares” dijo Mojamab.