La medida, impulsada por un decreto presidencial, busca endurecer las acciones contra grupos criminales que representan una amenaza para la seguridad nacional.
El gobierno de Estados Unidos se prepara para declarar como organizaciones terroristas a varios grupos criminales de América Latina, incluidos el Clan del Golfo de Colombia, el Tren de Aragua de Venezuela y la Mara Salvatrucha, de origen salvadoreño.
La decisión se enmarca en un decreto firmado por el expresidente Donald Trump el pasado 20 de enero, en el cual se ordenó tomar medidas contundentes contra los cárteles de la droga, considerados una amenaza de seguridad nacional equiparable al crimen organizado tradicional. Para ello, el mandatario otorgó al secretario de Estado, Marco Rubio, un plazo de dos semanas para formalizar la designación.
Además de las mencionadas agrupaciones, la lista preliminar incluye a cinco cárteles mexicanos: Sinaloa, Jalisco Nueva Generación, Cártel del Noreste, Familia Michoacana y Cárteles Unidos, todos señalados por su participación en el tráfico de drogas y el contrabando de migrantes hacia territorio estadounidense.
El Clan del Golfo y su red criminal transnacional
El Clan del Golfo es considerado el mayor cártel narcotraficante de Colombia. Sus raíces se remontan a las estructuras paramilitares de extrema derecha desmovilizadas en la década de los 2000. La organización se autodenominó “Ejército Gaitanista de Colombia” y ha buscado reconocimiento como actor político, aunque su accionar lo vincula directamente con el crimen organizado.
Según la investigación, el Clan del Golfo mantiene alianzas con los cárteles mexicanos, a quienes suministra cocaína para su distribución en Estados Unidos. Además, su dominio sobre la selva del Darién, un corredor estratégico entre Colombia y Panamá, le ha permitido controlar el tráfico de migrantes que buscan llegar a Norteamérica.
La medida anunciada por la administración estadounidense podría implicar sanciones más severas contra estos grupos, así como un mayor enfoque en su desarticulación. No obstante, algunos analistas advierten que la designación de estos grupos como terroristas podría traer repercusiones en el ámbito diplomático y de seguridad en la región.
