El equipo samario repitió uno de sus males de toda la temporada: la falta de profundidad y contundencia en los metros finales.
Unión Magdalena volvió a fallar en el momento en que más necesitaba sumar. Esta vez, su verdugo fue Atlético Bucaramanga, que con un solitario tanto de Faber Gil en el segundo tiempo se impuso 1-0 en el estadio ‘Américo Montanini’ y aseguró de manera anticipada su clasificación a los cuadrangulares de la Liga II-2025. Para los samarios, en cambio, la derrota representa un nuevo golpe en su lucha por no perder la categoría.
El equipo dirigido por Carlos Silva llegó a Bucaramanga con la urgencia de sumar, pero se encontró con un rival sólido, con oficio y una clara idea de juego. Los locales, guiados por Fabián Sambueza y Luciano Pons, dominaron las acciones desde el inicio, mientras el cuadro bananero resistía como podía.

El compromiso arrancó con varias aproximaciones del conjunto ‘leopardo’. El argentino Joaquín Mattalia evitó una goleada en la primera parte con al menos tres intervenciones determinantes.
En el frente de ataque, Unión mostró poco: las llegadas fueron esporádicas y los intentos de Jannenson Sarmiento y Ricardo Márquez no inquietaron lo suficiente.
El equipo samario repitió uno de sus males de toda la temporada: la falta de profundidad y contundencia en los metros finales. Tuvo opciones claras, como un remate de Dairon Mosquera en el primer tiempo y un disparo elevado de Misael Martínez en el cierre del juego, pero la falta de efectividad volvió a pasar factura.

El VAR sentenció la noche del Ciclón
El único gol del partido llegó al minuto 60, cuando Luciano Pons habilitó a Faber Gil, quien definió de derecha dentro del área. La jugada fue revisada por el VAR y, tras unos minutos de incertidumbre, el tanto fue validado. Ese gol no solo marcó la ventaja para Bucaramanga, sino también su clasificación a la siguiente fase del campeonato.
Unión, en cambio, no encontró respuestas. Silva buscó revertir el marcador con los ingresos de Misael Martínez, Joel Contreras y Jimmy Congo, pero los cambios no tuvieron el impacto esperado. El equipo lució sin ideas, sin reacción y con un juego predecible.
El fantasma del descenso
Con esta derrota, el panorama del Unión Magdalena es crítico. Tras el descenso confirmado de Envigado, el conjunto samario se aferra a una mínima esperanza, aunque los números no lo acompañan: sigue último en la tabla del descenso y el margen de error es nulo.
La falta de victorias, la fragilidad defensiva y la baja producción ofensiva tienen al Ciclón muy cerca de repetir la historia de 2023, cuando también perdió la categoría.
Lo que viene
Unión Magdalena deberá afrontar los partidos restantes como verdaderas finales. Sin embargo, más allá de las cuentas matemáticas, el equipo necesita una transformación anímica y futbolística si quiere mantenerse en la primera división. El calendario no le da tregua y los hinchas observan con preocupación lo que parece una cuenta regresiva inevitable.
