Dorangel Vivas, una bailarina venezolana residente en Santa Marta es el claro ejemplo de que la música alegra los corazones, a pesar de las dificultades y circunstancias de la vida que se estén atravesando.
Ella, quien se dedica al baile hace 27 años cuando hizo parte del grupo de danzas Cantaclaro, en Maracaibo, estado de Zulia, hoy le agradece a los samarios por acogerla y brindarle su apoyo.
Dorangel se levanta de su cama a las 5:00 de la mañana, para irse a trabajar a diario y demostrar su talento por las expresiones artísticas en el semáforo cerca al Ocean Mall, donde acostumbra a convencer a quienes circulan para recoger monedas y tener con que comer.
A pesar del lupus que padece, una enfermedad autoinmunitaria crónica y compleja, para ella esto no ha sido impedimento, pues esta es su mejor herramienta para sacarle una sonrisa y alegrarle la mañana a cada uno de los conductores que transitan por la Avenida del Ferrocarril.
“Esto es duro y triste, porque mis condiciones de salud muchas veces no me lo permiten, pero la necesidad me obliga. Mucha gente me colabora, me encanta el baile, y sobre todo que mi familia me apoya”, aseguró Dorangel en una entrevista que a través de SANTA MARTA AL DÍA.
Un minuto en el semáforo es suficiente para Dorangel encender el parlante aun lado del andén e interpretar ritmos folclóricos como la Charranga, canciones como ‘el burrito sabanero’, y la Guacherna, aprovechando que se aproximan las festividades del carnaval.
“Siempre me aferro a Dios, muchas veces se me hinchan las piernas, y tampoco puedo asolearme, también me da dolor de cabeza, pero cuando demoró sin venir a bailar al semáforo muchas personas me comienzan a extrañar, esto me motiva aún más. No tengo como pagarles a los samarios”, aseguró Dorangel.