Las autoridades en medio de la tensión confirmaron la presencia del dron y activaron protocolos de seguridad, indican que estaban siendo vigilados sin autorización.
los patrulleros de la estación local detectaron un dron blanco de dimensiones medianas planeando a baja altura sobre las instalaciones policiales. Alertados por el zumbido característico del rotor y las luces LED intermitentes del aparato, los oficiales pusieron en marcha el protocolo de respuesta ante incursiones aéreas no autorizadas.
“el dron ejecutaba maniobras bruscas, cambiando de dirección de forma repentina y descendiendo a menos de 15 metros del techo. Al no responder a nuestras señales visuales ni auditivas, consideramos que podría tratarse de un intento de vigilancia contra la seguridad operativa de la estación”. Frente a esta amenaza potencial, los agentes llevaron a cabo disparos disuasivos al aire, una medida excepcional aprobada por la dirección regional para proteger infraestructuras críticas.
Tras la detonación, el dron elevó rápidamente su altitud y se alejó con rumbo desconocido. No hubo heridos ni daños materiales, pero el incidente dejó un ambiente de tensión entre los moradores del sector y el personal policial.
Varias familias afirmaron haber visto el aparato cruzar varias veces la avenida central antes de dirigirse hacia la zona rural, lo que complica la localización del operador.
La Dijín y la Dirección de Aeronáutica Civil han sido convocadas para colaborar en la investigación, cuyo eje principal es determinar el origen del artefacto y la intención detrás de su vuelo. Entre las hipótesis barajadas están el espionaje a los procedimientos policiales
Este episodio no es aislado: en las últimas semanas se han reportado al menos tres avistamientos de drones cerca de sedes institucionales en el Magdalena, lo que ha llevado a reforzar los controles de espacio aéreo urbano.
