Indignación causó la agresión del diputado a uno de sus compañeros de asamblea.
La desesperación del diputado de la Asamblea Departamental del Magdalena, Alberto Mario Gutiérrez Uribe, ha quedado en evidencia con su más reciente escándalo: una agresión física contra su colega Yohan Alfonso Pinedo Panetta, un hecho que refleja la grave crisis política que enfrenta.
Gutiérrez, sancionado por el Consejo de Control Ético del Partido Demócrata Colombiano con la pérdida de su derecho al voto durante seis meses, ve como su influencia dentro de la Asamblea se debilita. A esto se suma un proceso de nulidad electoral en su contra por presunta doble militancia, una situación que, de confirmarse en los próximos días, podría costarle la curul y poner fin a su carrera política.
El episodio violento contra Pinedo no solo expone el descontrol y la frustración del diputado, sino que también evidencia su pérdida de aliados y respaldo político. Su conducta impulsiva parece ser el reflejo de una lucha desesperada por mantenerse a flote en un escenario cada vez más adverso.
El futuro de Alberto Gutiérrez pende de un hilo. Su agresión a otro diputado podría ser la gota que colme el vaso y acelere su salida de la Asamblea, dejando en claro que, en política, los actos de desesperación tienen un alto costo.
