En el complejo cocalero, de tres millones de dólares se producía la droga para carteles mexicanos. Durante el operativo hubo hostigamiento a los funcionarios de Policía Judicial y soldados del Ejército.
En una diligencia de allanamiento y registro, funcionarios de Policía Judicial de la Unidad de Investigaciones Especiales del CTI, con apoyo del Ejército Nacional, lograron, por información de la DEA, ubicar y destruir un mega complejo cocalero en el municipio Cumbitara (Nariño), perteneciente al Grupo Armado Organizado (GAO) ELN.
El operativo fue desarrollado en cumplimiento del direccionamiento estratégico establecido por el Fiscal General de la Nación, Francisco Barbosa Delgado, para combatir el tráfico de drogas ilícitas a nivel internacional y afectar las rentas criminales producto de estas actividades delictivas.
Los funcionarios del CTI y el Ejército llegaron a la zona en helicópteros, y con la compañía de caninos antiexplosivos transitaron cerca de 800 metros para llegar al laboratorio clandestino. Los integrantes del grupo armado, al notar la presencia de las autoridades, las hostigaron con tiros de fusil y el enfrentamiento duró varias horas; sin embargo, no hubo funcionarios ni soldados heridos.
El laboratorio, cuyo valor aproximado sería de tres millones de dólares, estaba enclavado en una montaña donde se hallaron seis estructuras de madera y tela negra destinadas para el bodegaje, procesamiento, secado, empacado, que además servían de dormitorio y cocina. Al menos 500 metros cuadrados eran utilizados para realizar el procesamiento de la cocaína.
Los investigadores determinaron que, al mes, se procesaban cinco toneladas de cocaína en ese complejo, y que posteriormente el GAO ELN presuntamente las enviaba a Centroamérica para carteles mexicanos, los cuales las comercializaban en los Estados Unidos.
El complejo cocalero estaba en pleno funcionamiento en el momento del allanamiento. Se conoció que por lo menos 35 personas trabajaban allí.
Se evidenció, además, que para acceder al lugar fue construida una carretera que permitía transportar en camiones insumos químicos, combustibles, la pasta base de coca y otros materiales requeridos para la actividad ilícita.
En el sitio fueron incautados 1.625 kilos de clorhidrato de cocaína macerada, 720 kilos de cocaína solida lista para empacar, 325 kilos de pasta base de coca, 944 galones de acetona, 1.584 galones de ácido sulfúrico, 1.122 galones de ácido clorhídrico, 330 galones de cloroformo, 250 kilos de soda cáustica y 350 kilos de permanganatos.
Igualmente, fue incautada gran cantidad de equipos: dos marcianos, dos dragones, un serpentín, un equipo de destilación, una estufa industrial, un congelador, dos neveras, siete hornos microondas, una prensa hidráulica, tubos ultravioleta, una moto bomba, tres electrobombas, tres extractores, siete bultos de papel de decantación, tres compresores, cuatro grameras digitales, dos moldes metálicos de demarcación, 1.200 impermeabilizantes de látex, un gato hidráulico y cuatro tolvas de filtrado.
Durante el operativo no hubo personas capturadas. Entretanto, el laboratorio fue destruido de acuerdo a las normas legales vigentes, y el producto del registro, allanamiento, destrucción y decomiso fue objeto de control de legalidad por un juez de garantías.