Empresarios advierten que este impuesto puede afectar en el empleo de la industria.
El primero de enero vuelve el impuesto al consumo en los restaurantes y bares del país, el cual está establecido que sea del 8%, haciendo que los empresarios de las industrias tomen nuevas medidas para mantener sus negocios, pues si no acatan la orden pueden a exponerse a fuertes sanciones.
En medio de la polémica por el regreso de este impuesto, los empresarios advierten que esto puede afectar la planta de personal, mientras que los bares aseguraron que el precio de los productos pueda tener un aumentado considerable, generando una preocupación en las ventas del próximo año.
“Los bares pueden trasladar ese aumento en el precio final de los productos”, afirmó la presidente de Asobares, mientras que el presidente de Acodres afirmó: “muy seguramente, si los negocios se quieren mantener vivos, tendrán que recortar el personal que tienen en la actualidad”, finalizaron los representantes de estos gremios en Colombia.
Mientras los empresarios tratan de que este impuesto no afecte sus establecimientos, la dirección de Impuestos y aduanas nacionales advirtieron a todos los empresarios con fuertes sanciones si no acatan la norma de este nuevo impuesto, el cual entrará en vigor a partir del primero de enero del 2023.
Cabe recordar, que este impuesto se levantó a principios del 2022 y no estaría en vigencia durante un año, con el propósito de que los empresarios se pudieran recuperar tras la crisis financiera que tuvieron los establecimientos públicos durante la pandemia, los cuales fueron los más afectados de los cierres en las diferentes ciudades.
Con este nuevo impuesto, que estará a partir del primero de enero, las personas que deseen comer en un establecimiento público tendrán que pagar un valor excedente a lo que estaban acostumbrados. Es decir, si antes pagaba por una comida 100.000 pesos, ahora tendrá que pagar 108.000 pesos.